
11 de agosto de 2025 a las 03:25
Guía de supervivencia para tormentas eléctricas
La furia de la naturaleza se desató sobre la ciudad este 10 de agosto, recordándonos la impredecible potencia de las tormentas eléctricas. Más allá de la esperada lluvia, un espectáculo de luz y sonido, cortesía de la intensa actividad eléctrica, iluminó el cielo mientras el granizo golpeaba con fuerza el pavimento. Este fenómeno, tan fascinante como peligroso, nos invita a entender mejor su origen y a tomar las precauciones necesarias para protegernos.
Según expertos de la Universidad de Carolina del Norte, el nacimiento de una tormenta eléctrica es un delicado baile entre el calor y la humedad. Imaginen el aire caliente ascendiendo como un globo aerostático, rozándose contra las capas de aire frío en la atmósfera. Esta fricción genera una carga eléctrica, similar a la que sentimos al frotar un globo contra nuestro cabello, solo que a una escala muchísimo mayor. La descarga de esta energía acumulada es lo que da origen a los deslumbrantes rayos que surcan el cielo.
Si bien estas tormentas suelen ser efímeras, con una duración promedio de media hora, la amenaza no desaparece con la lluvia. Los rayos, esos trazos de energía pura, pueden seguir manifestándose incluso después de que las nubes se hayan disipado, convirtiéndose en un peligro invisible que acecha a los desprevenidos.
Afortunadamente, las ciudades, con sus imponentes estructuras de concreto y acero, actúan como gigantescos pararrayos, atrayendo y canalizando la energía de los rayos hacia la tierra. Esto convierte a las zonas urbanas en refugios relativamente seguros ante los impactos directos, una protección que lamentablemente no se extiende a las zonas rurales, donde los rayos siguen cobrando decenas de vidas cada año en todo el mundo.
Ante la inminencia de una tormenta eléctrica, la Secretaría de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil nos recuerda la importancia de seguir las siguientes recomendaciones: buscar refugio en interiores, alejarse de ventanas y balcones que podrían exponerlos a la furia de los elementos, y desconectar los aparatos eléctricos para evitar daños por sobretensiones. También es crucial evitar el contacto con el agua, ya sea al ducharse o lavar los platos, y mantenerse alejado de tuberías metálicas que podrían actuar como conductores de la electricidad.
En el exterior, la prudencia es fundamental. Aléjese de árboles y estructuras metálicas, que se convierten en blancos fáciles para los rayos, y busque refugio en un lugar seguro hasta que la tormenta haya pasado por completo.
La temporada de lluvias, con su belleza y su poder, nos recuerda la importancia de estar preparados. Mantenerse informado, seguir las recomendaciones de las autoridades y tomar precauciones sencillas puede marcar la diferencia entre disfrutar de la lluvia desde la seguridad de nuestro hogar y enfrentarse a un peligro innecesario. Recuerda que la prevención es la mejor herramienta para protegernos de la fuerza impredecible de la naturaleza. Ante cualquier emergencia, no dudes en comunicarte al 911. Tu seguridad es lo más importante.
Fuente: El Heraldo de México