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11 de agosto de 2025 a las 09:30

El Pentágono vs. Narcos

La reciente revelación del New York Times sobre una supuesta orden de Donald Trump al Pentágono para combatir el narcoterrorismo en territorio y aguas internacionales ha generado una ola de incertidumbre y especulación, particularmente en México. Si bien la presidenta Sheinbaum asegura haber recibido garantías de Trump de que la acción se limitaría al territorio estadounidense, la falta de desmentido oficial por parte de la Casa Blanca o el Pentágono alimenta la controversia. Analicemos las posibles interpretaciones y sus implicaciones.

Por un lado, existe la posibilidad de que Trump haya ocultado información crucial a Sheinbaum. Compartir detalles de seguridad nacional, especialmente planes del Departamento de Defensa, con un líder extranjero podría considerarse una grave violación de la confianza y, en el contexto político estadounidense, incluso una traición. Este tipo de información se maneja con extrema cautela y se clasifica como "Secreto de Estado", precisamente para evitar filtraciones que puedan comprometer la seguridad nacional. Sería improbable, por tanto, que Trump revelara detalles operativos a México, incluso si la lucha contra el narcotráfico es un tema prioritario en la agenda bilateral.

Por otro lado, si la versión de Sheinbaum es precisa, la información del New York Times podría ser inexacta o incompleta. Sin embargo, la ausencia de una negación categórica por parte de las autoridades estadounidenses genera dudas y suspicacias. Es importante recordar que, bajo la designación de organizaciones terroristas internacionales aplicada a los cárteles del narcotráfico, el Pentágono ya tiene la autoridad legal para actuar contra ellos, incluso sin una nueva orden presidencial. El Acta Patriota, promulgada tras los ataques del 11 de septiembre de 2001, otorga amplios poderes al Departamento de Defensa para combatir el terrorismo a nivel global, como lo ha hecho en Irak, Afganistán, Siria y otras regiones. Estas operaciones suelen ser encubiertas y se mantienen en secreto hasta su conclusión, precisamente por su naturaleza sensible.

La presencia del Comando Norte en la frontera sur de Estados Unidos, con su despliegue de personal y equipo militar, funciona como elemento disuasorio tanto para el tráfico de drogas como para la migración irregular. Si la orden de Trump se limita al territorio estadounidense, como afirma Sheinbaum, podría tener implicaciones significativas. El Acta Patriota no solo permite perseguir a los cárteles extranjeros, sino también a cualquier entidad o individuo, dentro de Estados Unidos, que colabore con ellos. Esto incluye a ciudadanos estadounidenses, organizaciones criminales locales, fabricantes y vendedores de armas, e incluso instituciones financieras involucradas en el lavado de dinero. Sería un precedente histórico que el Pentágono actuara contra estas redes internas, pero la ley lo permite.

Las acciones previas de Trump, como los sobrevuelos de aviones y drones espía sobre territorio mexicano y el patrullaje de buques de guerra en aguas del Golfo de México y el Pacífico, demuestran una postura agresiva en la lucha contra el narcotráfico. Si bien una intervención militar directa en México parece improbable, la posibilidad no puede descartarse por completo. La incertidumbre persiste, y la falta de transparencia por parte de las autoridades estadounidenses solo alimenta la especulación. El futuro de la relación bilateral y la lucha contra el narcotráfico dependen en gran medida de las decisiones que tome Trump y de cómo se interpreten y apliquen las leyes existentes.

Fuente: El Heraldo de México