
11 de agosto de 2025 a las 03:05
Doble homicidio en Tianguis de Puebla
La tranquilidad del bullicioso Tianguis de los Lavaderos, en la capital poblana, se vio abruptamente interrumpida el pasado 29 de mayo por una lluvia de balas que dejó un saldo trágico: dos hombres perdieron la vida y varios más resultaron heridos. Este acto de violencia, que ha conmocionado a la comunidad, no fue un hecho aislado, sino que, según las investigaciones de la Fiscalía General del Estado de Puebla, se enmarca en la oscura trama del narcomenudeo que se teje en la zona.
Jesús Rubén “N”, uno de los presuntos responsables de esta masacre, ya se encuentra vinculado a proceso judicial acusado de doble homicidio. Las autoridades lo señalan como el individuo que, acompañado de un cómplice, llegó al concurrido centro de comercio a bordo de una motocicleta. Junto a ellos, un vehículo con varios individuos a bordo completaba el siniestro convoy. Testigos presenciales describen escenas de pánico y confusión mientras los disparos resonaban en el aire, sembrando el terror entre los comerciantes y visitantes del tianguis. Las víctimas, atrapadas en la línea de fuego, no tuvieron tiempo de reaccionar ante la brutal arremetida.
La Fiscalía, tras una exhaustiva investigación, ha logrado conectar este ataque con las actividades de narcomenudeo que se desarrollan en la zona. Según sus indagatorias, el móvil del crimen estaría relacionado con el cobro de piso, una práctica extorsiva común en territorios controlados por el crimen organizado. Este cobro forzoso, que exige a los comerciantes un pago periódico a cambio de “protección”, se ha convertido en una de las principales fuentes de financiamiento de estos grupos delictivos.
El caso de Jesús Rubén “N” abre una ventana a la compleja realidad que se vive en algunos sectores de la ciudad de Puebla, donde el narcomenudeo se ha enquistado, generando violencia e inseguridad. La lucha por el control del territorio y las disputas entre grupos rivales son el caldo de cultivo de este tipo de ataques, que dejan a su paso una estela de muerte y dolor.
Las autoridades han asegurado que continuarán con las investigaciones para dar con el paradero del resto de los implicados en este atentado. La captura de Jesús Rubén “N” representa un primer paso en la búsqueda de justicia para las víctimas y sus familias, pero el camino por recorrer aún es largo. La ciudadanía exige acciones contundentes que permitan erradicar la violencia y recuperar la tranquilidad en sus comunidades. El Tianguis de los Lavaderos, un lugar tradicionalmente lleno de vida y comercio, ahora se encuentra marcado por la tragedia, un recordatorio constante de la presencia del crimen organizado y la necesidad de combatirlo de manera frontal. ¿Será este el punto de inflexión que impulse a las autoridades a tomar medidas más drásticas contra el narcomenudeo? El tiempo lo dirá.
La Fiscalía hace un llamado a la ciudadanía a colaborar con la justicia, proporcionando cualquier información que pueda ayudar a esclarecer los hechos y a capturar a los responsables. La lucha contra el crimen organizado es una tarea de todos, y solo a través de la cooperación y la denuncia ciudadana se podrá construir una sociedad más segura y pacífica.
Fuente: El Heraldo de México