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11 de agosto de 2025 a las 05:05

¿Carne café? ¡Mariana Zapién te resuelve la duda!

¿Carne café? ¡No la tires a la basura todavía! Muchas veces, al abrir el refrigerador, nos encontramos con un filete que ha perdido su vibrante color rojo y ha adquirido un tono marrón, casi café. El primer instinto puede ser descartarla, pensando que está echada a perder. Pero, ¡alto ahí! Antes de que la mandes al bote de basura, te contamos que ese cambio de color no siempre significa que la carne esté en mal estado. De hecho, es un proceso completamente normal y, en la mayoría de los casos, ¡la carne sigue siendo perfectamente segura para consumir!

La ingeniera en alimentos Mariana Zapién, creadora de la popular serie "Lo que nunca te contaron de tus alimentos", nos explica la ciencia detrás de este fenómeno. Según Zapién, la responsable de este cambio de color es la mioglobina, una proteína presente en la carne que le da su característico color rojo. Al igual que el hierro se oxida y cambia de color al entrar en contacto con el aire, la mioglobina también se oxida al estar expuesta al oxígeno. Este proceso de oxidación transforma la mioglobina en metamioglobina, que tiene un color marrón o café.

Imaginen la carne como una manzana cortada. Al exponerse al aire, la manzana se oscurece, ¿cierto? Algo similar ocurre con la carne. El cambio de color es simplemente una reacción química natural y no necesariamente un indicador de deterioro.

Ahora bien, si el cambio de color no es un problema, ¿cómo saber si la carne realmente está en mal estado? La clave, según Zapién, está en el olfato y la textura. "Si la carne conserva su olor fresco y su textura habitual, es perfectamente segura para consumir", afirma la experta. En cambio, si percibes un olor desagradable, agrio o putrefacto, es una señal inequívoca de que la carne se ha descompuesto y debe ser desechada, independientemente de su color.

Así que la próxima vez que veas una carne con un tono café en tu refrigerador, ¡no te apresures a tirarla! Acércate, huélela, toca su textura. Si todo parece normal, puedes estar tranquilo: ese filete aún puede ser la estrella de una deliciosa comida. Confía en tus sentidos y en la ciencia, y evita el desperdicio innecesario de alimentos.

Además del color y el olor, también es importante prestar atención a la fecha de caducidad o de consumo preferente que aparece en el empaque. Si la carne ha superado esa fecha, es recomendable extremar las precauciones y observarla con mayor detenimiento. Recuerda que la seguridad alimentaria es primordial, y ante la menor duda, es mejor prevenir que lamentar.

No te dejes engañar por las apariencias. El color café en la carne no es sinónimo de peligro, sino una simple transformación química. ¡Aprende a distinguir las señales reales de deterioro y disfruta de tus alimentos con confianza!

Fuente: El Heraldo de México