
10 de agosto de 2025 a las 16:35
Nuevas pistas: Caso Silvana Torres
La tragedia que envuelve la muerte de la pequeña Antonella López, de tan solo dos años, ha conmocionado a la comunidad del barrio San Marcos en Manizales. El caso, inicialmente presentado como un posible filicidio seguido de un intento de suicidio por parte de la madre, Silvana Torres, ha dado un giro inesperado con las declaraciones del padre de la niña, Juan Camilo López. Él alega que el acto fue una venganza orquestada por su expareja, quien, según él, le hacía la vida imposible tras su separación. López afirma que Silvana, consciente del profundo amor que él sentía por Antonella, utilizó a la niña como instrumento para herirlo, "Me decía cosas hirientes, me presumía a otros hombres, solo para afectarme", declara el padre, asegurando que soportó todo por el bienestar de su hija. "Sabía que lo único que me mataría era mi hija, y lo hizo", concluye con una frase que ha resonado con fuerza en los medios locales.
Sin embargo, esta versión de los hechos es refutada por Magola Valencia, vecina y amiga cercana de Silvana desde su adolescencia. Valencia desmiente categóricamente las acusaciones de López, pintando un cuadro completamente diferente de la relación entre él y su hija. Según su testimonio, la presencia de Juan Camilo en la vida de Antonella era escasa, limitándose al aporte económico. "Él nunca llevó a Antonella a un parque, ni estuvo presente realmente", afirma Valencia en el podcast 'Más allá del silencio'. "Daba dinero, pero no hacía parte activa de la vida de la niña ni de Silvana". Estas palabras ponen en tela de juicio la narrativa de López, sugiriendo que su dolor, aunque comprensible, podría estar nublando su juicio y llevándolo a construir una historia que no se ajusta a la realidad.
La imagen que proyecta Valencia de Silvana es la de una madre dedicada, siempre pendiente de su hija, con el apoyo incondicional de su abuela. Los vecinos del barrio San Marcos, conmocionados por la tragedia, corroboran esta versión, afirmando que nunca presenciaron episodios de violencia intrafamiliar en el hogar de Silvana. Este contraste entre las dos versiones crea un manto de incertidumbre sobre el caso, dificultando la tarea de discernir la verdad en medio del dolor y la conmoción.
Mientras tanto, Silvana Torres, de 19 años, se recupera de las heridas autoinfligidas tras el incidente, enfrentando no solo el trauma de la pérdida de su hija, sino también la acusación de homicidio y la condena social que pesa sobre ella. El intento de linchamiento por parte de sus vecinos, tras conocerse la noticia, refleja la indignación y la rabia que ha generado este caso en la comunidad. Las autoridades continúan investigando, recopilando pruebas y testimonios que permitan esclarecer los hechos y determinar las circunstancias que llevaron a la muerte de la pequeña Antonella. El caso sigue abierto, y la justicia deberá determinar la verdad en medio de un laberinto de versiones contradictorias, con el peso de una vida truncada demasiado pronto.
Fuente: El Heraldo de México