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9 de agosto de 2025 a las 03:50
Niño al volante: ¿Dónde están los padres?
La indignación y la incredulidad se apoderaron de las redes sociales tras la viralización de un video que muestra a un menor de edad al volante de un camión de transporte público en Gómez Palacio, Durango. Las imágenes, capturadas por un pasajero atónito, muestran al niño, aparentemente no mayor de 14 años, aferrándose al volante con ambas manos, esforzándose por ver por encima del tablero. La escena, que tuvo lugar en la ruta Cereso, ha generado un debate acalorado entre los usuarios, quienes oscilan entre la preocupación por la seguridad de los pasajeros y la incredulidad ante la situación.
Este hecho, que ha superado las 18 mil reacciones en la plataforma X (anteriormente Twitter), pone de manifiesto una grave problemática: la irresponsabilidad que expone no solo al menor, sino a todos los ocupantes del vehículo y a los demás usuarios de la vía. Manejar un vehículo de transporte público requiere de pericia, experiencia y un profundo conocimiento de las normas de tránsito, habilidades que evidentemente un niño de esa edad no posee. El riesgo de un accidente catastrófico es inminente, y las consecuencias podrían ser devastadoras.
Más allá de la anécdota viral, este caso enciende las alarmas sobre la posible existencia de explotación infantil. ¿Cómo es posible que un niño esté al mando de un vehículo de transporte público? ¿Dónde están los adultos responsables? Las preguntas se multiplican en las redes sociales, donde los usuarios exigen una investigación exhaustiva y una respuesta por parte de las autoridades competentes. Se especula sobre la posibilidad de que el menor esté siendo obligado a trabajar, privado de su infancia y expuesto a un peligro inminente.
La legislación mexicana es clara: se requiere ser mayor de edad para obtener una licencia de conducir, especialmente para vehículos de transporte público. Este requisito no es arbitrario, sino que busca garantizar la seguridad vial y proteger la integridad de los ciudadanos. El video evidencia una flagrante violación de la ley, y la falta de supervisión por parte de los adultos responsables es alarmante.
La viralización de este video ha puesto el dedo en la llaga sobre una realidad preocupante: la normalización de prácticas peligrosas e ilegales. Muchos usuarios han compartido experiencias similares, relatando haber visto a menores conduciendo vehículos en diferentes contextos. Esta situación exige una reflexión profunda sobre la responsabilidad social y la necesidad de denunciar este tipo de situaciones para proteger a los menores y garantizar la seguridad de todos.
Hasta el momento, ninguna autoridad se ha pronunciado al respecto, lo que aumenta la indignación de los usuarios en redes sociales. La exigencia de una investigación exhaustiva y la aplicación de las sanciones correspondientes se hace cada vez más fuerte. El caso del menor conduciendo un camión en Gómez Palacio no puede quedar impune, debe servir como un llamado de atención para fortalecer la vigilancia y prevenir situaciones similares en el futuro. La seguridad vial y la protección de la infancia son responsabilidades compartidas que exigen la acción inmediata de las autoridades y la concientización de la sociedad en su conjunto.
Fuente: El Heraldo de México