
Inicio > Noticias > Salud Mental
10 de agosto de 2025 a las 02:10
Niña de 12 años se quita la vida en hospital
La tragedia de Sarah Niyimbona, una niña de apenas 12 años que se quitó la vida en el Hospital Providence Sacred Heart Children's de Spokane, ha desatado una ola de indignación y cuestionamientos que resuenan a lo largo y ancho del país. Su historia, marcada por la lucha contra la enfermedad mental, el acoso escolar y, finalmente, una caída fatal desde el estacionamiento del hospital, pone en el punto de mira la seguridad y los protocolos de este centro médico, dejando al descubierto una serie de fallas que claman por respuestas.
El silencio y la falta de transparencia por parte del hospital alimentan aún más la angustia de una familia destrozada. La madre de Sarah, Nasra Gertrude, se encuentra sumida en un dolor indescriptible, atormentada por la incertidumbre y la falta de explicaciones. "¿Cómo es posible que mi hija, bajo el supuesto cuidado de profesionales, haya podido salir de su habitación sin ser vista y llegar hasta el estacionamiento?", se pregunta con una voz cargada de desesperación. Su clamor por justicia resuena con fuerza, exigiendo una investigación exhaustiva que arroje luz sobre las circunstancias que llevaron a esta tragedia evitable.
El despido de 15 enfermeras por acceder indebidamente al expediente médico de Sarah añade otra capa de complejidad al caso. Si bien el hospital se apresuró a justificar esta medida como una respuesta a la violación de la privacidad de la paciente, la sombra de la duda se cierne sobre la verdadera motivación detrás de estas destituciones. El sindicato de enfermeras, por su parte, plantea la posibilidad de que algunas de las profesionales hayan accedido al expediente movidas por la preocupación por el bienestar de la niña, un argumento que, de ser cierto, dejaría en evidencia una cultura de silencio y represalias dentro del hospital.
Más allá de la controversia en torno al acceso a los registros médicos, la pregunta fundamental sigue sin respuesta: ¿cómo pudo una niña con historial de intentos de suicidio quedar sin supervisión en un entorno hospitalario? La familia de Sarah, con el corazón roto, busca desesperadamente respuestas. Su hermana, Asha Joseph, recuerda a Sarah como una niña llena de vida, cuya luz se apagó demasiado pronto. "Queremos saber por qué no había nadie vigilándola, cómo pudo escabullirse sin que nadie se diera cuenta", insiste Asha, con la voz quebrada por el dolor. Sus palabras reflejan la impotencia y la frustración de una familia que ha perdido a un ser querido en circunstancias que jamás debieron ocurrir.
Las revelaciones sobre la posible retirada de las medidas de seguridad de la habitación de Sarah, incluyendo la vigilancia por video y la presencia constante de un trabajador asignado, son aún más alarmantes. Si se confirma que estas medidas fueron retiradas antes del incidente, la negligencia del hospital se volvería innegable. La campaña de recaudación en línea organizada por la familia describe la muerte de Sarah como una consecuencia directa de la "falta de atención", una acusación grave que exige una investigación a fondo por parte de las autoridades competentes.
La historia de Sarah Niyimbona es un llamado a la reflexión sobre la importancia de la salud mental, la necesidad de protocolos de seguridad más rigurosos en los hospitales y la urgencia de erradicar el acoso escolar. Su trágico final debe servir como un recordatorio de que cada vida es valiosa y que la prevención del suicidio es una responsabilidad compartida. Mientras la familia de Sarah busca justicia y consuelo, la comunidad se une en su dolor y exige respuestas. La memoria de Sarah, una "luz brillante" y un "ángel luminoso", debe inspirarnos a trabajar por un mundo donde la vida de cada niño sea protegida y valorada. No podemos permitir que otra tragedia como esta vuelva a ocurrir.
Fuente: El Heraldo de México