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9 de agosto de 2025 a las 23:30

Levy calla a De Molina sobre Elizabeth

La reciente entrevista de William Levy en "El Gordo y la Flaca" ha generado un revuelo mediático, dejando a la audiencia con una mezcla de asombro e intriga. El actor cubano, conocido por su carisma y talento en telenovelas como "Montecristo" y "Vuelve a mí", mostró una faceta inusualmente reservada al ser cuestionado sobre su relación con Elizabeth Gutiérrez, madre de sus dos hijos. La tensión se palpaba en el ambiente cuando Raúl de Molina, con su característico estilo directo, indagó sobre la responsabilidad en la ruptura. Levy, visiblemente incómodo, esquivó la pregunta con una respuesta cortante, dirigiendo a Molina a hablar directamente con Gutiérrez si deseaba conocer su versión de la historia.

Este intercambio marcó el tono del resto de la entrevista. Levy, firme en su postura, estableció límites claros, reafirmándole a Molina su negativa a discutir detalles de su vida privada. La frase "los caballeros no tienen memoria", pronunciada con un dejo de misterio, dejó entrever la complejidad de la situación y la decisión del actor de proteger su intimidad.

A pesar de la reticencia de Levy, Molina persistió con preguntas personales, llegando incluso a calificarlo de "mujeriego". Este comentario, lejos de intimidar al actor, desató una respuesta ingeniosa y cargada de ironía. Levy, con una sonrisa pícara, replicó "no tanto como tú", desviando la atención hacia el propio Molina y aligerando la tensión del momento.

La conversación, que por momentos parecía un campo minado, derivó hacia una reflexión sobre el significado de la palabra "mujeriego". Levy, cuestionando la connotación negativa del término, argumentó que apreciar la belleza femenina no implica necesariamente ser un mujeriego. Defendió su derecho a admirar a las mujeres, siempre y cuando sea con respeto y dentro de los límites de una relación. Su declaración final, "Si eso implica ser mujeriego, pues soy el mujeriego más grande del mundo porque me gusta la mujer", fue una declaración audaz y desafiante, cerrando el debate con una nota de picardía y dejando a la audiencia con más preguntas que respuestas.

La entrevista, lejos de ser una simple charla de celebridades, se convirtió en un reflejo de la lucha constante entre la vida pública y la privada. William Levy, a pesar de la presión mediática, se mantuvo firme en su decisión de proteger su intimidad, demostrando que la fama no implica renunciar al derecho a la privacidad. Su postura, aunque controvertida para algunos, resalta la importancia de respetar los límites personales y la necesidad de un periodismo más responsable y menos invasivo. La reacción de Levy, sin duda, generará debate y nos invita a reflexionar sobre los límites éticos en la cobertura de la vida de las figuras públicas. ¿Es lícito escarbar en la intimidad de las celebridades en nombre del entretenimiento? ¿Dónde está la línea entre la información y el morbo? Estas son algunas de las preguntas que quedan flotando en el aire tras la polémica entrevista.

Fuente: El Heraldo de México