
9 de agosto de 2025 a las 14:15
Justicia para Fernandito: Un crimen que conmociona al país
La tragedia que ha conmocionado a México, el asesinato del pequeño Fernandito, de tan solo cinco años, a manos de una familia de prestamistas, destapa una realidad lacerante que va más allá de un simple crimen. La deuda de mil pesos, una cantidad irrisoria en comparación con el valor de una vida humana, se convirtió en la sentencia de muerte para este niño, dejando al descubierto la crueldad y la deshumanización que pueden alcanzar algunas personas cegadas por la avaricia.
El caso de Fernandito nos obliga a reflexionar sobre la precariedad económica que viven muchas familias en México, empujadas a recurrir a préstamos informales con altas tasas de interés y condiciones abusivas. La desesperación por cubrir necesidades básicas, en ocasiones, las coloca en una situación de vulnerabilidad extrema ante individuos sin escrúpulos, capaces de cometer actos atroces con tal de cobrar una deuda.
La actuación de las autoridades también es un punto crucial en este caso. La denuncia de la madre, Marcelina Noemí Gómez, ignorada en repetidas ocasiones por las instancias municipales, pone en evidencia la falta de atención y la desidia que, lamentablemente, caracterizan a algunos sectores del sistema de justicia. ¿Cuántos Fernanditos más tendrán que perder la vida para que se tomen medidas efectivas y se garantice la protección de los más vulnerables?
La indignación que ha generado este crimen en redes sociales y en la sociedad en general es un clamor por justicia. No basta con la detención de los presuntos responsables, Ana Lilia "N", Lilia "N" y Carlos "N". Es necesario que se realice una investigación exhaustiva, que se esclarezcan todos los detalles del caso y que se aplique todo el peso de la ley a los culpables. La impunidad no puede ser una opción.
Más allá del castigo a los responsables, el caso de Fernandito debe ser un punto de inflexión para impulsar políticas públicas que aborden la raíz del problema: la pobreza y la falta de acceso a servicios financieros justos y accesibles. Es necesario fortalecer los programas sociales, generar empleos dignos y promover la educación financiera para evitar que más familias caigan en las garras de los prestamistas informales.
La memoria de Fernandito debe ser un recordatorio constante de la importancia de la solidaridad y la empatía. Debemos construir una sociedad en la que la vida humana se valore por encima de cualquier interés económico, una sociedad en la que ningún niño tenga que pagar con su vida una deuda que no le corresponde. Es un llamado a la acción para que todos, desde nuestra trinchera, contribuyamos a la construcción de un México más justo y seguro para nuestros niños. La indiferencia no es una opción. La justicia para Fernandito es justicia para todos.
Fuente: El Heraldo de México