
9 de agosto de 2025 a las 09:15
El Salvador: ¿Democracia o tiranía?
El Salvador se encuentra en una encrucijada histórica. La reciente reforma constitucional, impulsada por el partido Nuevas Ideas y aprobada con una mayoría aplastante en la Asamblea Legislativa, ha allanado el camino para la reelección presidencial indefinida. Este cambio, que también extiende el periodo presidencial a seis años y elimina la segunda vuelta electoral, ha generado un intenso debate tanto a nivel nacional como internacional. Mientras el presidente Nayib Bukele minimiza las críticas y se muestra indiferente a ser etiquetado como dictador, la realidad es que esta reforma consolida su poder y plantea serias interrogantes sobre el futuro de la democracia salvadoreña.
La eliminación de la segunda vuelta electoral, un mecanismo clave para asegurar la representatividad y la legitimidad del proceso electoral, deja un sabor amargo en muchos sectores de la sociedad. Esta medida, combinada con la extensión del mandato presidencial, concentra un poder considerable en manos del Ejecutivo y reduce la posibilidad de alternancia política. ¿Es este el camino hacia un sistema más autoritario? La historia nos ha enseñado que la concentración excesiva de poder puede ser una pendiente resbaladiza hacia el abuso y la erosión de las libertades fundamentales.
La sombra de Daniel Ortega se cierne sobre El Salvador. El ejemplo del mandatario nicaragüense, perpetuado en el poder durante décadas, sirve como una advertencia sobre los peligros de la reelección indefinida. ¿Se convertirá Bukele en un nuevo Ortega? La similitud en las tácticas políticas y la creciente intolerancia a la disidencia generan preocupación sobre el futuro del país centroamericano. La comunidad internacional observa con atención los acontecimientos en El Salvador, preguntándose si la democracia está en peligro en esta nación que ha luchado tanto por construir un sistema político plural y participativo.
La relación entre Bukele y el expresidente estadounidense Donald Trump añade otra capa de complejidad a este escenario. La admiración mutua entre ambos líderes y la política migratoria de mano dura implementada por Bukele han generado controversia. La detención de migrantes indocumentados en condiciones precarias, aunque aplaudida por algunos sectores, ha sido denunciada por organizaciones de derechos humanos como una violación de los derechos fundamentales. ¿Es la alianza con Trump un factor determinante en las decisiones políticas de Bukele? La influencia externa en la política interna salvadoreña es un tema que requiere un análisis profundo y objetivo.
El discurso de Bukele sobre la lucha contra las pandillas ha resonado con fuerza en la población. Si bien es innegable que se han logrado avances en la reducción de la violencia, también es cierto que las medidas implementadas han generado preocupación por posibles abusos de poder y violaciones de los derechos humanos. El miedo, como señala el artículo, sigue presente en la sociedad salvadoreña. ¿Es la seguridad a costa de la libertad un precio que vale la pena pagar? Este es un dilema ético y político que los salvadoreños deben enfrentar. El futuro de El Salvador se define en estos momentos cruciales. La sociedad civil, la comunidad internacional y los propios salvadoreños tienen la responsabilidad de velar por el respeto a los principios democráticos y el Estado de Derecho. El camino hacia adelante es incierto, pero la esperanza de un futuro más justo y democrático permanece viva.
Fuente: El Heraldo de México