
8 de agosto de 2025 a las 18:20
Protege tus ideas: Nueva ley contra la usurpación.
La indignación recorre México una vez más. La apropiación cultural, ese fantasma que se niega a desaparecer, vuelve a acechar el patrimonio de nuestros pueblos originarios. En esta ocasión, el foco de la controversia se centra en los nuevos "Oaxaca Slip-On" de Adidas, un diseño que, según la subsecretaria de Desarrollo Cultural, Marina Núñez, se inspira descaradamente en los huaraches tradicionales de Villa Hidalgo Yalalag, en la Sierra Norte de Oaxaca. La imagen del calzado, presentado en el Museo de Arte de Puerto Rico, ha circulado como reguero de pólvora en redes sociales, encendiendo el debate sobre la delgada línea entre la inspiración y la copia, entre el homenaje y el plagio.
El diseño, una mezcla de tradición y modernidad, incorpora el icónico tejido cruzado del huarache oaxaqueño sobre una suela alta tipo tenis, sello distintivo de Adidas. Si bien la fusión de elementos puede resultar atractiva a simple vista, el problema radica en la falta de reconocimiento, en la apropiación de un símbolo cultural sin el consentimiento ni la participación de la comunidad que le dio origen. Es, en definitiva, un recordatorio doloroso de la vulnerabilidad de nuestros pueblos originarios frente a la voracidad del mercado global.
La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo no ha tardado en reaccionar. Con la firmeza que la caracteriza, ha admitido que ya se trabaja en una nueva ley para evitar la usurpación de las ideas de los pueblos originarios. "No basta con lamentarlo", podría ser la frase que resume la postura del gobierno. Se necesita una legislación robusta, con dientes, que proteja de manera efectiva el patrimonio cultural de México. Las pláticas ya están en marcha, el análisis jurídico avanza y la promesa de apoyo a las comunidades creadoras se materializa en acciones concretas.
Sin embargo, la pregunta que flota en el aire es: ¿llegará a tiempo esta nueva ley? La historia, lamentablemente, nos muestra un patrón recurrente de apropiación cultural. No es la primera vez que la riqueza cultural de México es utilizada sin permiso, sin respeto, sin retribución. Recordamos el caso de las blusas con bordados chiapanecos, las prendas con diseños Wixárika, los rebozos purépechas… la lista es larga y dolorosa.
Mientras tanto, Adidas, consciente del impacto negativo de la controversia, ya se ha puesto en contacto con el Gobierno de Oaxaca para, según Marina Núñez, "resarcir a la comunidad en cumplimiento con la ley de patrimonio". Queda por ver qué forma tomará esta reparación, si será suficiente para sanar la herida abierta en el orgullo de Villa Hidalgo Yalalag. La expectativa es grande, la mirada del país está puesta en Oaxaca.
Este caso, sin duda, abre un nuevo capítulo en la lucha contra la apropiación cultural. Nos obliga a reflexionar sobre el valor real de nuestro patrimonio, sobre la necesidad de protegerlo y sobre la importancia de reconocer y retribuir a las comunidades que lo custodian. El camino hacia una justicia cultural plena aún es largo, pero cada paso, cada denuncia, cada ley, nos acerca un poco más a la meta. El futuro de nuestra cultura está en juego y no podemos permitirnos ser indiferentes.
Fuente: El Heraldo de México