Logo
NOTICIAS
play VIDEOS

Inicio > Noticias > Medio Ambiente

8 de agosto de 2025 a las 04:05

Mercado Minillas: ¿Incumpliendo normas?

La pestilencia se adueña del aire en el Mercado Minillas, ubicado en la alcaldía Venustiano Carranza. Un hedor a vísceras putrefactas se extiende por las calles aledañas, impregnando todo a su paso. La imagen es aún más perturbadora: montañas de desechos cárnicos, restos de animales que alguna vez fueron parte del comercio, ahora yacen abandonados a la intemperie, pudriéndose bajo el sol y atrayendo una plaga de moscas y roedores. Este escenario dantesco es el resultado de la irresponsabilidad de los locatarios del mercado, quienes se niegan a contratar un servicio especializado para la recolección y tratamiento de sus residuos orgánicos.

La Dirección de Transferencia y Disposición Final de Residuos Sólidos de la Ciudad de México ha sido clara: no aceptan este tipo de desechos. La NOM-161-SEMARNAT-2011 es contundente al respecto, clasificando las vísceras y otros restos orgánicos derivados de actividades ganaderas como residuos de manejo especial. Es decir, los comerciantes del Mercado Minillas tienen la obligación legal de implementar un plan de manejo específico para estos desechos, garantizando su correcta disposición y minimizando el impacto ambiental. Sin embargo, hacen oídos sordos a las advertencias de las autoridades, prefiriendo arrojar sus desperdicios directamente a la vía pública y a las coladeras.

Las consecuencias de esta negligencia son devastadoras. La contaminación ambiental es palpable, el paisaje urbano se degrada con la presencia de estos montículos de desechos orgánicos en descomposición. Pero el problema va más allá de lo estético: la salud de la comunidad está en riesgo. La proliferación de fauna nociva, atraída por el olor a putrefacción, es un foco de infecciones. Los malos olores son insoportables, obligando a los vecinos a vivir con las ventanas cerradas, privados del aire fresco. Y cada vez que llueve, la situación empeora. Las coladeras, obstruidas por los restos de animales, provocan enormes encharcamientos en la avenida Congreso de la Unión y el Eje 2 Norte, convirtiendo las calles en ríos de aguas negras y vísceras.

La paciencia de los vecinos se ha agotado. Han denunciado en reiteradas ocasiones esta situación ante las autoridades, exigiendo que se tomen medidas urgentes. Ya no soportan vivir rodeados de inmundicia, expuestos a enfermedades y a la indignidad de un entorno contaminado. Han elevado sus quejas a la Procuraduría Ambiental y del Ordenamiento Territorial (PAOT) y a la Fiscalía, solicitando que se sancione a los locatarios del Mercado Minillas por su irresponsabilidad administrativa y penal. La comunidad exige justicia y el cumplimiento de la ley. El derecho a un ambiente sano no puede ser negociable. La salud y el bienestar de las familias que habitan en la zona deben ser prioritarios. ¿Hasta cuándo las autoridades harán caso omiso a las denuncias? ¿Hasta cuándo los locatarios del Mercado Minillas seguirán operando en la impunidad, poniendo en peligro la salud de la comunidad? La respuesta está en manos de quienes tienen el poder de hacer cumplir la ley.

Fuente: El Heraldo de México