
8 de agosto de 2025 a las 19:10
La masculinidad: ¿en peligro?
La proliferación del debate sobre la "crisis de masculinidad" en redes sociales nos invita a una reflexión profunda sobre los roles de género en la sociedad actual. Mientras algunos lo ven como una genuina crisis de identidad masculina en un mundo cambiante, otros lo interpretan como una reacción a la pérdida de privilegios tradicionales. Lo cierto es que la ambigüedad del término permite múltiples interpretaciones, lo que a su vez alimenta la discusión.
Este debate digital se caracteriza por la polarización. Por un lado, encontramos a quienes buscan comprender las razones detrás de la supuesta crisis, analizando las presiones sociales y culturales que enfrentan los hombres, especialmente los jóvenes. Exploran cómo la redefinición de la masculinidad, impulsada en parte por el feminismo y la lucha por la igualdad de género, puede generar incertidumbre y desorientación en algunos hombres. Se cuestionan los modelos tradicionales de masculinidad, basados en la fuerza física, la represión emocional y el rol de proveedor, y se buscan nuevas formas de ser hombre en el siglo XXI.
Por otro lado, existen voces que minimizan o incluso ridiculizan la idea de una crisis de masculinidad. Argumentan que se trata de una simple resistencia al cambio, una nostalgia por un pasado donde los roles de género estaban claramente definidos y jerarquizados. Consideran que la supuesta crisis es una excusa para aferrarse a privilegios y resistir la igualdad de género. En este contexto, las declaraciones de figuras públicas como el "Chicharito" Hernández, que promueven una visión tradicionalista de los roles de género, avivan la polémica y generan intensos debates en redes sociales. Sus palabras, cargadas de estereotipos, son interpretadas por algunos como un intento de reforzar la idea de una masculinidad hegemónica, mientras que otros las defienden como una simple expresión de sus creencias personales.
La complejidad del tema radica en que no se trata únicamente de una cuestión individual, sino que se entrelaza con la dinámica de las relaciones de género. La forma en que hombres y mujeres interactúan, los roles que desempeñan en la sociedad, las expectativas que se tienen sobre ellos, todo ello influye en la construcción de la masculinidad. La inclusión de otras identidades de género en el debate enriquece la discusión y amplía las perspectivas.
Más allá de la controversia en redes sociales, la academia también se ha pronunciado sobre el tema. El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), por ejemplo, plantea que la masculinidad, como atributo, no puede estar en crisis. Argumentan que lo que está en constante evolución son las expresiones de la masculinidad, las formas en que se manifiesta en diferentes contextos culturales e históricos. Esta perspectiva invita a un análisis más profundo, que vaya más allá de las etiquetas y las simplificaciones, para comprender la complejidad de la identidad masculina en la sociedad contemporánea. Es crucial entender que no existe una única forma de ser hombre, sino una multiplicidad de masculinidades, en constante transformación. El debate, por tanto, no debe centrarse en si existe o no una crisis, sino en cómo construir modelos de masculinidad más saludables, igualitarios y respetuosos.
Fuente: El Heraldo de México