
8 de agosto de 2025 a las 16:40
Justicia para Fernandito: La autopsia revela la verdad
La tragedia de Fernandito ha conmocionado a México. Un niño de tan solo cinco años, víctima de una crueldad inimaginable, pierde la vida por una deuda de mil pesos. Mil pesos. Una cantidad que para muchos representa un gasto insignificante, se convirtió en el precio de la vida de un pequeño inocente. La indignación crece a medida que se conocen más detalles de este atroz crimen, y la sociedad exige justicia para Fernandito.
Los resultados de la autopsia, revelados por la asesora legal de la familia, Fabiola Villa, pintan un cuadro desgarrador de los últimos días del pequeño. No solo le arrebataron la vida, sino que lo sometieron a un sufrimiento inhumano. La falta de alimento y agua, evidenciada por la deshidratación, muestra la indiferencia y la falta de humanidad de sus captores. Los múltiples traumatismos en la cabeza y el rostro, que lo dejaron irreconocible incluso para sus familiares, hablan de una violencia brutal e innecesaria. Es imposible comprender cómo alguien puede infligir tanto daño a un niño indefenso.
La detención de los presuntos responsables, Carlos "N", Ana Lilia "N" y Lilia "N", es un primer paso hacia la justicia. Sin embargo, la prisión no devolverá la vida a Fernandito ni borrará el dolor de su familia. Este caso pone de manifiesto la necesidad de abordar la problemática de los préstamos informales y la vulnerabilidad de las familias que recurren a ellos. ¿Cuántas familias más están atrapadas en este círculo vicioso? ¿Cuántos Fernanditos más podrían ser víctimas de esta deshumanizante práctica?
La Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FJGEM) tiene la responsabilidad de llevar a cabo una investigación exhaustiva y asegurar que los responsables de este crimen paguen por sus actos. La sociedad, por su parte, debe exigir justicia y trabajar para erradicar las condiciones que permiten que este tipo de tragedias ocurran. No podemos permitir que la vida de un niño valga tan poco. La memoria de Fernandito debe servir como un recordatorio constante de la necesidad de proteger a nuestros niños y construir una sociedad más justa y compasiva.
El clamor por justicia resuena en todo el país. La historia de Fernandito ha tocado las fibras más sensibles de la sociedad mexicana. La impunidad no puede ser una opción. Es necesario que se haga justicia y que este caso sirva como precedente para prevenir futuras tragedias. La solidaridad con la familia de Fernandito es fundamental en estos momentos de profundo dolor. Acompañarlos en su lucha por la justicia es un deber moral de todos. No olvidemos a Fernandito. Su nombre debe ser un grito de guerra contra la violencia y la injusticia.
Fuente: El Heraldo de México