
8 de agosto de 2025 a las 22:00
Justicia para Fernandito: Inicia proceso en Neza
La tensión se palpa en el aire. Los murmullos se entrelazan con el sonido de las cámaras y los flashes que intentan capturar cada gesto, cada movimiento. En los juzgados de juicios orales, a la sombra del imponente Centro de Readaptación Social Neza Bordo, se desarrolla un drama que ha conmocionado a la sociedad: la primera audiencia de imputación en contra de Carlos "N", Ana Lilia "N" y Lilia "N", presuntos responsables del atroz asesinato del pequeño Fernando, de tan solo 5 años.
El eco de la tragedia resuena en cada rincón de la sala. La imagen del pequeño Fernando, con su sonrisa apagada para siempre, se proyecta en las mentes de todos los presentes. Una vida truncada, una infancia robada, un futuro arrebatado por la crueldad. La acusación es escalofriante: privación ilegal de la libertad, secuestro y homicidio. Tres delitos que pesan como una losa sobre los hombros de los imputados, quienes permanecen con la mirada fija, casi ausentes, como si la magnitud de sus actos aún no los hubiera alcanzado por completo.
La historia, reconstruida a partir de las investigaciones, dibuja un escenario desgarrador. Una deuda de tan solo mil pesos, una cantidad irrisoria en comparación con el valor incalculable de una vida humana, se convirtió en el detonante de una tragedia que ha dejado una herida profunda en la comunidad. Se presume que la madre del pequeño Fernando mantenía esta deuda con los ahora imputados, quienes, cegados por la avaricia o la ira, decidieron tomar la justicia por sus propias manos.
La audiencia avanza lentamente, cada palabra, cada testimonio, cada prueba presentada, reabre la herida y alimenta la indignación. La Fiscalía expone sus argumentos con la firmeza que exige la búsqueda de justicia para Fernando. Se detallan las circunstancias del secuestro, la angustia de la familia durante la búsqueda desesperada, el horror del hallazgo del cuerpo sin vida del pequeño.
Mientras tanto, la defensa de los imputados intenta construir su estrategia, buscando atenuantes, fisuras en la acusación, cualquier resquicio que les permita minimizar la responsabilidad de sus clientes. Un juego legal que contrasta con el dolor palpable de la familia de Fernando, presente en la sala, aferrada a la esperanza de que se haga justicia.
La sociedad observa con atención el desarrollo del proceso. La exigencia de justicia para Fernando se ha convertido en un clamor colectivo. Este caso, que ha conmocionado a la nación, nos obliga a reflexionar sobre la violencia que nos rodea, sobre la fragilidad de la vida y sobre la importancia de construir una sociedad donde la justicia y el respeto a la vida humana sean los pilares fundamentales. El juicio apenas comienza, pero la sombra de Fernando, el niño que nos fue arrebatado, permanecerá presente, recordándonos la urgencia de un cambio profundo. Un cambio que nos permita evitar que tragedias como esta se repitan. La justicia para Fernando es la justicia para todos.
Fuente: El Heraldo de México