
8 de agosto de 2025 a las 06:15
Gaza: Israel intensifica ofensiva
La sombra de la guerra se cierne pesada sobre Gaza. Tras el devastador ataque de Hamás, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha anunciado la aprobación de una operación militar a gran escala en la Franja. La noticia, que ha resonado como un trueno en la comunidad internacional, promete un nuevo capítulo, incierto y preñado de peligros, en el ya prolongado conflicto palestino-israelí.
Netanyahu, a través de su perfil oficial en la red social X, ha desvelado los planes del Gabinete Político-Seguritario, que incluyen la toma de control militar de la ciudad de Gaza por parte de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI). La operación, según el primer ministro, se desarrollará con un enfoque dual: la firmeza militar contra Hamás y la protección de la población civil. Se ha enfatizado la provisión de ayuda humanitaria a aquellos que se encuentren fuera de las zonas de combate. Una promesa que, sin duda, será escrutada con lupa por la comunidad internacional, dadas las devastadoras consecuencias humanitarias que suelen acompañar a las operaciones militares en zonas densamente pobladas.
La decisión del Gabinete, según lo comunicado por Netanyahu, se fundamenta en cinco principios clave para poner fin al conflicto. Si bien el primer ministro no ha detallado cuáles son estos principios, se puede especular que se centrarán en la derrota de Hamás, la liberación de los rehenes, el desarme de la milicia palestina y, posiblemente, la redefinición de la situación de seguridad en la Franja de Gaza. La incógnita que queda en el aire es cómo se pretende lograr estos objetivos sin causar un elevado número de víctimas civiles y sin exacerbar aún más la ya tensa situación regional.
La decisión de optar por la intervención militar a gran escala no ha sido unánime. Netanyahu ha reconocido la existencia de un plan alternativo, que habría sido rechazado por la mayoría del Gabinete. Según el primer ministro, esta alternativa no garantizaba ni la derrota definitiva de Hamás ni la liberación de los rehenes, dos objetivos que se han convertido en la piedra angular de la respuesta israelí al ataque. La naturaleza de este plan alternativo, sin embargo, permanece en la sombra, lo que alimenta las especulaciones y el debate tanto dentro como fuera de Israel. ¿Se trataba de una opción con un enfoque más diplomático? ¿Implicaba una respuesta militar más limitada? Las preguntas sin respuesta alimentan la incertidumbre.
El anuncio de Netanyahu ha desatado una cascada de reacciones a nivel internacional. Organizaciones humanitarias han expresado su profunda preocupación por el impacto que la ofensiva militar pueda tener sobre la población civil de Gaza, que ya se encuentra en una situación extremadamente vulnerable tras años de bloqueo y repetidos enfrentamientos armados. La comunidad internacional, dividida y polarizada como nunca antes en este conflicto, observa con inquietud el desarrollo de los acontecimientos, consciente de que el futuro de la región, y quizás del mundo, pende de un hilo. La escalada de la violencia parece inevitable, y la esperanza de una solución pacífica se desvanece con cada comunicado, con cada movimiento de tropas, con cada bomba que estalla en la ya martirizada tierra de Gaza.
Fuente: El Heraldo de México