La frialdad del acto estremece. En medio del dolor y la solemnidad de un velorio, la muerte se presentó de nuevo, esta vez no por causas naturales, sino por la violencia desatada. Las imágenes, crudas y directas, captadas por una cámara de seguridad, nos muestran la fragilidad de la vida y cómo la sombra de la criminalidad puede alcanzar incluso los espacios que consideramos sagrados. El video, que circula en redes sociales, ha generado una ola de indignación y consternación. No se trata solo de un homicidio más en la ya lacerada Ciudad de México, sino de una profanación, una muestra de la deshumanización que permea ciertos sectores de nuestra sociedad.

El silencio respetuoso del velorio se vio interrumpido por el estruendo de un disparo. En un instante, el dolor compartido se transformó en pánico y confusión. Los asistentes, atónitos, presenciaron cómo un hombre, con una frialdad escalofriante, disparaba a sangre fría contra otro individuo en medio del recinto funerario. Las imágenes muestran la secuencia completa: la entrega del arma, la breve pausa antes del disparo, el impacto y la huida del agresor. Es una escena que se repite con demasiada frecuencia en nuestro país, pero que no por ello deja de impactarnos.

La colonia Ampliación Daniel Garza, en la alcaldía Miguel Hidalgo, se convierte así en un escenario más de la violencia que aqueja a la capital. Un lugar donde se supone que las familias se reúnen para despedir a sus seres queridos, se transformó en un espacio de muerte. El hecho ocurrido durante el velorio nos obliga a reflexionar sobre la normalización de la violencia y la necesidad urgente de implementar estrategias que garanticen la seguridad de todos los ciudadanos.

Las autoridades, a través de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC), han informado sobre la detención de uno de los implicados, un hombre de 27 años identificado extraoficialmente como Marco “N”, alias “La Rana”. Sin embargo, la búsqueda del segundo individuo continúa. La Fiscalía de Investigación Estratégica del Delito de Homicidio ya ha iniciado una carpeta de investigación para esclarecer los motivos de este crimen. ¿Qué llevó a este hombre a cometer semejante acto en un lugar tan particular? ¿Existía una rencilla previa entre la víctima y el agresor? ¿Fue un ajuste de cuentas? Estas son algunas de las preguntas que las autoridades buscan responder.

Mientras tanto, la ciudadanía exige justicia y un alto a la impunidad. El video que circula en redes sociales se ha convertido en una pieza clave para la investigación, y las autoridades han hecho un llamado a la población para que, en caso de reconocer al segundo implicado, lo denuncien de manera anónima. La colaboración ciudadana es fundamental para combatir la delincuencia y construir una sociedad más segura.

Este lamentable suceso nos recuerda la importancia de no normalizar la violencia. Debemos exigir a las autoridades que se implementen medidas efectivas para prevenir este tipo de situaciones y garantizar la seguridad de todos los ciudadanos. No podemos permitir que la muerte se cuele en los espacios donde se supone que debemos encontrar consuelo y despedir a nuestros seres queridos en paz. La violencia no puede ser la respuesta, ni la norma.