
8 de agosto de 2025 a las 18:55
El Misterio de la M Gatuna
Desde tiempos inmemoriales, el gato ha tejido su presencia en el tapiz de la historia humana, entrelazándose con la espiritualidad y la cultura de maneras sorprendentes. Más allá de su innegable encanto, los felinos han sido considerados seres místicos, portadores de mensajes del más allá y compañeros de dioses y profetas. Hoy, nos adentraremos en el fascinante mundo de los gatos tabby rayados, aquellos que llevan en su frente la marca de la "M", un símbolo que, según la tradición, los vincula directamente con lo divino.
En el corazón del Islam, el gato ocupa un lugar de veneración. No se trata simplemente de una mascota, sino de un animal sagrado, símbolo de pureza y orden. Su habilidad para controlar las plagas lo elevó a un estatus privilegiado, muy diferente al de otros animales considerados impuros. La historia narra la profunda conexión entre el profeta Mahoma y su querida gata Muezza, una felina tabby rayada. Se dice que el amor de Mahoma por Muezza era tal que incluso llegó a cortar la manga de su túnica para no despertarla de su plácido sueño. La "M" que adornaba la frente de Muezza se convirtió en un símbolo de la bendición divina, un sello de la conexión especial entre el profeta y su fiel compañera. Esta historia ha trascendido generaciones, consolidando el respeto y admiración que los musulmanes sienten por los gatos. Incluso hoy, en muchos hogares musulmanes, los gatos son bienvenidos y tratados con cariño, como un recordatorio viviente de la historia de Muezza y Mahoma.
Pero la historia de la "M" no se limita al Islam. En la tradición católica, también encontramos una narrativa que vincula a los gatos tabby rayados con lo divino. La leyenda cuenta que, en el humilde pesebre donde nació Jesús, una gatita se convirtió en la protectora silenciosa del niño Dios. Mientras María dormía, la felina arrullaba al pequeño Jesús con su ronroneo, lo entretenía con sus juegos y lo protegía de cualquier peligro. Conmovida por la dedicación y el amor de la gatita, la Virgen María decidió bendecirla marcándola con la inicial de su nombre, la "M". De esta manera, la "M" en la frente de los gatos tabby rayados se convirtió en un símbolo de la protección materna y el amor incondicional.
Estas dos historias, provenientes de culturas y religiones diferentes, convergen en un punto común: la profunda conexión entre los gatos y lo divino. La "M" que adorna la frente de los tabby rayados se convierte en un recordatorio tangible de esta conexión, un símbolo que trasciende las fronteras y une a diferentes culturas en la admiración por estos enigmáticos felinos. Más allá de las leyendas y las creencias, la "M" nos invita a reflexionar sobre la importancia de los animales en nuestras vidas y a reconocer el vínculo especial que podemos establecer con ellos. Quizás, la próxima vez que veamos un gato tabby rayado, recordemos estas historias y apreciemos la magia que llevan consigo, una magia que ha cautivado a la humanidad durante siglos. Y quién sabe, tal vez, al mirar esos ojos felinos, nos encontremos con un destello de lo divino.
Fuente: El Heraldo de México