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8 de agosto de 2025 a las 10:05
¡Aire acondicionado: Error común que te cuesta una fortuna!
Apagar el aire acondicionado antes de detener el motor: un pequeño gesto que salva tu bolsillo. ¿Sabías que ese simple clic antes de quitar las llaves puede ahorrarte un buen pellizco a largo plazo? Muchos automovilistas, por prisa o simple costumbre, omiten este paso, sin ser conscientes del daño potencial que infligen a sus vehículos, específicamente al compresor del aire acondicionado. Imaginen: el motor se apaga, la corriente se corta, pero el compresor, ese pequeño gigante que trabaja incansablemente para mantenernos frescos, queda en una especie de limbo mecánico. Su ciclo de trabajo se interrumpe bruscamente, generándose un desgaste prematuro que, con el tiempo, puede traducirse en una costosa reparación.
Hablemos de números. Reemplazar un compresor no es precisamente un gasto menor. Tomemos como ejemplo el popular Nissan Versa, un vehículo que ha conquistado las calles de México. El precio de un compresor para este modelo, sin ser la pieza original de fábrica, ronda los $9,829 pesos, sin contar la mano de obra, que puede variar dependiendo del taller. ¿Vale la pena arriesgarse a desembolsar esta cantidad por un simple descuido? La respuesta, sin duda, es no.
El compresor es el corazón del sistema de aire acondicionado. Al igual que nuestro propio corazón, requiere un cuidado especial para funcionar correctamente. Cuando apagamos el aire acondicionado antes de detener el motor, permitimos que el compresor complete su ciclo de trabajo de manera natural, evitando el estrés mecánico y prolongando su vida útil. Es una inversión a largo plazo que se traduce en un ahorro considerable.
Este consejo, aparentemente insignificante, forma parte de una serie de buenas prácticas que pueden marcar la diferencia en la salud de nuestro vehículo y, por supuesto, en nuestro bolsillo. Así como cuidamos nuestra alimentación y hacemos ejercicio para mantenernos sanos, debemos prestar atención a los detalles que contribuyen al buen funcionamiento de nuestro automóvil.
Además de apagar el aire acondicionado, existen otras medidas que podemos adoptar para optimizar el rendimiento y la longevidad de nuestro vehículo. Evitar llenar el tanque de gasolina al máximo, por ejemplo, es otra recomendación que puede sorprendernos. ¿La razón? El exceso de combustible puede generar presión en el sistema, provocando fugas o incluso daños al motor.
En un mundo donde la tecnología avanza a pasos agigantados, donde la inteligencia artificial redefine el panorama laboral y criaturas marinas gigantescas nos asombran con su existencia, parece que los pequeños detalles se pierden en la vorágine del día a día. Sin embargo, son precisamente estos detalles los que marcan la diferencia entre un gasto imprevisto y un ahorro significativo. Apagar el aire acondicionado antes de detener el motor es un pequeño gesto que, a la larga, se traduce en grandes beneficios para nuestro bolsillo y para la vida útil de nuestro vehículo. Un consejo simple, pero poderoso, que vale la pena poner en práctica.
Fuente: El Heraldo de México