
7 de agosto de 2025 a las 09:20
Suárez, Dávila y Schopenhauer: ¿Titanes del pensamiento?
La sombra del cambio se cernía sobre nosotros desde hacía décadas, un presagio susurrado en los vientos del tiempo. Ahora, ante el Brexit, el auge de narrativas políticas extremas y el primer triunfo de Trump, la sorpresa no debería tener cabida. Estos eventos, como piezas de un complejo rompecabezas, anticipaban la fragilidad, al menos temporal, de las políticas de responsabilidad colectiva y visión de futuro que marcaron el inicio del siglo XXI. En México, este escenario global encontró un eco particular: el triunfo de una narrativa polarizante, tejida con hilos de soluciones fáciles, prejuicios arraigados y un nacionalismo anacrónico. Y en la raíz de esta aceptación de quimeras, encontramos los errores de quienes impulsaron el Pacto por México, como el innecesario conflicto magisterial y el demoledor “gasolinazo”, argumentos que resonaron con fuerza en el descontento popular.
Schopenhauer, ese prusiano nacido en tierras polacas que la historia recuerda como alemán, nos legó una serie de reflexiones sobre la “mórbida” adicción a la lectura. “El público en general cree que los libros son como los huevos: hay que comerlos frescos”, sentenció, explicando así el éxito de las novedades. Recordé sus palabras en la antigua calle de Donceles, frente a un ejemplar de “Un viaje por la historia económica de México (y sus crisis)”, de Francisco Suárez Dávila. Tras un breve regateo, el libro fue a parar a mi morral, devorado en un fin de semana. La experiencia fue tan gratificante que regresé a Cordobanes en busca de otra obra del mismo autor: “Convención en el Purgatorio sobre el futuro de México”.
Suárez Dávila ha sido un protagonista en la historia reciente de nuestro país –y para mí, "reciente" abarca los últimos 62 años–. Su libro desgrana los éxitos y fracasos de las políticas públicas en México, analizando las decisiones, acertadas o no, de los distintos gobiernos. La relación con nuestros poderosos vecinos del norte es una constante en la obra, inyectando una dosis de emoción comparable a la de un sexagenario en una montaña rusa. En los capítulos dedicados a las crisis económicas durante los gobiernos de Miguel de la Madrid y Ernesto Zedillo, se revelan las presiones que Estados Unidos ejerce sobre México. En el primer caso, la firmeza mexicana rindió frutos; en el segundo, la intervención de la Cámara de Diputados fue crucial para enviar un mensaje contundente a nuestros vecinos.
"Si un hombre quiere leer buenos libros, debe evitar los malos; porque la vida es corta, y el tiempo y la energía, limitada”, afirmaba Schopenhauer. Si bien tengo discrepancias con el libro de Suárez Dávila, lo considero una valiosa herramienta para comprender la compleja realidad mexicana. En cuanto a la práctica de la lectura, no abrigo esperanzas en los diputados de Morena, quienes han demostrado su tendencia a votar sin leer. Su actitud, reflejo de una preocupante superficialidad, nos invita a reflexionar sobre la importancia de la lectura crítica y la responsabilidad que conlleva el ejercicio del poder. ¿Será que la prisa por transformar el país les impide detenerse a analizar las consecuencias de sus actos? ¿O es acaso una deliberada estrategia para evitar el debate y la confrontación de ideas? La respuesta, como tantas otras en la política mexicana, queda suspendida en el aire, esperando ser descifrada en el complejo entramado del poder.
Fuente: El Heraldo de México