La conquista del cinturón interino superligero del CMB por parte de Isaac "Pitbull" Cruz no es solo un triunfo en el ring, sino una victoria forjada en el calor del hogar. El pugilista mexicano, con la emoción aún vibrante en su voz, compartió con El Heraldo de México la profunda importancia que tiene su familia en cada paso de su carrera. "Ellos son la base, el motor que me impulsa", afirmó Cruz, dejando entrever la fuerza de una dinastía familiar donde el espíritu de campeón se hereda de generación en generación. Este respaldo incondicional, ese aliento constante en los momentos de entrenamiento más duros y la celebración compartida en la victoria, son los pilares que sostienen la impresionante trayectoria del "Pitbull".

Más allá del título, Cruz reconoce un crecimiento personal que trasciende lo deportivo. "No soy el mismo que empezó peleando a cuatro rounds", reflexionó con una madurez que impresiona. La experiencia acumulada no solo se refleja en su técnica depurada y su potente pegada, sino también en la forma en que se desenvuelve dentro y fuera del cuadrilátero. Ese aprendizaje constante, esa capacidad de adaptación y esa visión estratégica, son los sellos distintivos de un boxeador que ha sabido evolucionar con cada desafío.

El horizonte para el "Pitbull" se presenta desafiante y emocionante. El llamado a la batalla lanzado por el puertorriqueño Subriel Matías resuena con fuerza, avivando la histórica rivalidad boxística entre México y Puerto Rico. "Enfrentar a Matías sería una prueba de fuego, una oportunidad para demostrar el nivel que hemos alcanzado", declaró Cruz con la mirada fija en un futuro no muy lejano. Este potencial combate no solo representaría un choque de titanes, sino también un capítulo más en la rica historia de enfrentamientos entre dos naciones con una pasión desbordante por el boxeo.

Sin embargo, el camino hacia Matías no está exento de obstáculos. Los compromisos mandatorios del campeón puertorriqueño, incluyendo una posible revancha con Puello y la pelea obligatoria con Smith, podrían retrasar el anhelado encuentro. "Sabemos que no será fácil, pero estamos preparados para esperar", admitió Cruz con la paciencia y la determinación que lo caracterizan. A pesar de las dificultades, la posibilidad de un enfrentamiento con Matías se mantiene latente, alimentando las expectativas de los aficionados y manteniendo al "Pitbull" enfocado en su objetivo principal: una defensa exitosa del título antes de que finalice el 2025.

Mientras tanto, Cruz continúa puliendo su estilo, perfeccionando su técnica y fortaleciendo su mente. Cada entrenamiento es un paso más hacia la consolidación de su reinado en la categoría superligero, cada golpe un eco de la pasión que lo impulsa a seguir adelante. La historia del "Pitbull" Cruz está aún en proceso de escritura, y cada página promete estar llena de la misma entrega, coraje y determinación que lo han llevado a la cima del boxeo mundial.