
7 de agosto de 2025 a las 20:05
La verdad tras Chávez Jr y Ovidio Guzmán
La sombra del narcotráfico vuelve a cernirse sobre la figura de Julio César Chávez Jr., reavivando la polémica en torno a su presunta relación con Ovidio Guzmán López, "El Ratón". Nuevos detalles sobre su vínculo con el líder de "Los Chapitos", facción del Cartel de Sinaloa, han emergido en el panorama digital, generando un torbellino de especulaciones y cuestionamientos sobre la situación legal del boxeador. Recordemos que Chávez Jr. se encuentra detenido en Estados Unidos, no solo por la expiración de su visa, sino también por ser considerado una amenaza a la seguridad pública debido a su presunta participación activa en el cartel. La deportación a México, donde enfrenta cargos por delincuencia organizada y tráfico de armas, parece inminente, complicando aún más su panorama.
Las autoridades estadounidenses argumentan que el matrimonio de Chávez Jr. con Frida Muñoz, exesposa de Edgar Guzmán López, hijo del "Chapo" Guzmán, refuerza la sospecha de sus conexiones con el mundo del narcotráfico. Mientras tanto, Julio César Chávez padre, ha defendido públicamente la inocencia de su hijo, atribuyendo el conocimiento de figuras del narcotráfico a la fama de la familia y a su arraigo en Sinaloa, sin que ello implique necesariamente una participación en actividades ilícitas.
En medio de este revuelo, resurge un video donde el propio Chávez Jr. admite conocer a Ovidio Guzmán, describiéndolo como "una buena persona" y destacando su parentesco político como tío de su hijastra. Esta declaración añade leña al fuego de la controversia, alimentando las sospechas y la incertidumbre sobre la verdadera naturaleza de su relación.
Ignacio "Nacho" Beristaín, exentrenador de Chávez Jr., aporta un nuevo testimonio a esta intrincada historia. En una reciente entrevista, Beristaín relata las visitas de Ovidio Guzmán al gimnasio donde entrenaba el boxeador, confirmando la cercanía entre ambos. Incluso, el entrenador confiesa haber conversado con "El Ratón" sin saber en ese momento su verdadera identidad. Describe a Ovidio como una persona querida por "El Junior", con quien compartía una amistad desde la infancia, y recuerda cómo lo alentaba durante sus entrenamientos. Sin embargo, Beristaín enfatiza que nunca presenció ningún acto ilícito por parte de ninguno de los dos. Sus palabras, cargadas de cautela, dejan entrever la complejidad de la situación y la dificultad de discernir la verdad en un contexto tan turbio.
El caso de Julio César Chávez Jr. se convierte así en un reflejo de la compleja realidad social de Sinaloa, donde las líneas entre la fama, el poder y el narcotráfico a menudo se difuminan. La incertidumbre prevalece, y la opinión pública se debate entre la presunción de inocencia y las evidencias que lo vinculan con uno de los carteles más poderosos del mundo. ¿Será Chávez Jr. víctima de las circunstancias y de su entorno, o existe una verdad oculta tras la fachada del deportista? Solo el tiempo y las investigaciones podrán arrojar luz sobre este enigmático caso.
Fuente: El Heraldo de México