
7 de agosto de 2025 a las 20:55
Justicia para Fernandito
La tragedia ha golpeado a la comunidad de Los Reyes-La Paz, Estado de México, dejando una profunda herida en el corazón de sus habitantes. Un niño de tan solo cinco años, Fernando, fue encontrado sin vida en una vecindad de la colonia Ejidal, El Pino, tras ser retenido como “garantía” por una deuda de mil pesos que su madre, Marcelina, mantenía. El hecho ha conmocionado a la sociedad, despertando indignación y dolor ante la crueldad de los acontecimientos.
La historia de Fernando, un pequeño cuya vida fue truncada de la manera más despiadada, nos obliga a reflexionar sobre la vulnerabilidad de la infancia y la urgente necesidad de fortalecer los mecanismos de protección a nuestros niños. Marcelina, en medio de su desgarrador dolor, relató a las autoridades la pesadilla que vivió desde el 28 de julio, cuando al menos tres personas, un hombre y dos mujeres, se llevaron a su hijo con la promesa de devolverlo una vez que saldara la deuda.
Los días se convirtieron en una agonía para la madre, quien acudió en tres ocasiones al inmueble ubicado en la calle Carmen Serdán, donde su hijo era retenido. La respuesta de los captores siempre fue la misma: el niño sería devuelto una vez que se liquidara la deuda. Mil pesos, una cantidad que se convirtió en una barrera infranqueable entre una madre y su hijo, una cifra que ahora pesa como una losa sobre la conciencia de una comunidad entera.
Los testimonios de los vecinos dibujan un cuadro aún más desolador. Karen, una residente de la vecindad, relató con voz entrecortada cómo se escuchaban los llantos y los golpes que provenían del lugar donde Fernando estaba cautivo. “Lo trataban como un perro”, declaró, describiendo la inhumana condición en la que el pequeño era mantenido, amarrado, obligado a comer del piso. Los vecinos intentaron intervenir, increpando a los secuestradores, quienes respondían con frialdad que el niño “era suyo”. A pesar de las denuncias a la policía, la ayuda no llegó a tiempo.
El 4 de agosto, el cuerpo de Fernando fue encontrado en un costal, en estado de descomposición. La noticia se propagó como un reguero de pólvora, dejando a su paso un rastro de incredulidad y dolor. Las autoridades municipales de Los Reyes La Paz han confirmado la detención del hombre y las dos mujeres implicados en el secuestro y muerte del menor. Si bien la justicia tomará su curso, nada podrá devolverle la vida a Fernando, ni borrar el sufrimiento que padeció.
Este caso nos confronta con una realidad dolorosa: la pobreza y la desesperación pueden llevar a situaciones extremas, pero ninguna circunstancia justifica la violencia contra un niño. La memoria de Fernando debe servir como un llamado a la acción, un recordatorio de que la protección de la infancia es una responsabilidad compartida. Es imperativo fortalecer las redes de apoyo para las familias en situación vulnerable, promover la cultura de la denuncia y garantizar que ningún niño vuelva a sufrir una tragedia similar. La sociedad debe unirse en un frente común para proteger a nuestros niños, porque ellos son el futuro y merecen un presente digno y seguro. El caso de Fernando no debe quedar impune, debe ser un punto de inflexión para construir una sociedad más justa y protectora de sus miembros más vulnerables.
Fuente: El Heraldo de México