
7 de agosto de 2025 a las 04:45
Huaraches oaxaqueños: ¿apropiación o arte?
La controversia desatada por la nueva línea de huaraches de Adidas, inspirados en Oaxaca, nos coloca frente a un debate crucial sobre la protección del patrimonio cultural indígena y los límites de la inspiración creativa. El caso, que ha llegado hasta las mesas de análisis de programas como "Las noticias con Alejandro Cacho", nos obliga a cuestionarnos la delgada línea que separa el homenaje de la apropiación. ¿Es posible reinterpretar elementos culturales sin caer en la explotación? ¿Cómo equilibrar la libertad creativa con el respeto a las comunidades originarias?
El abogado Mauricio Jalife Caballero, experto en propiedad intelectual, aporta una perspectiva esclarecedora al respecto. Su análisis nos recuerda la compleja trayectoria de la legislación en torno a la protección del patrimonio cultural. Durante décadas, la industria de la moda ha sido testigo de casos –Isabel Marant, Louis Vuitton y Carolina Herrera, entre otros– donde diseños indígenas se han replicado sin el debido reconocimiento, en un contexto legal laxo. La Ley Federal para la Protección del Patrimonio Cultural de Pueblos y Comunidades Indígenas y Afromexicanas, vigente desde 2020, representa un avance significativo, aunque aún enfrenta retos importantes.
Jalife Caballero señala las dificultades en su implementación, la ausencia de un reglamento claro y definiciones “robustas, incluso peligrosas” sobre apropiación cultural. La amplitud de la ley podría, paradójicamente, inhibir la difusión y reinterpretación de elementos culturales al generar incertidumbre sobre los límites permisibles. ¿Se corre el riesgo de paralizar la creatividad por temor a infringir la ley? ¿Cómo garantizar que la protección no se convierta en una barrera para el diálogo intercultural?
En el caso específico de los huaraches de Adidas, la interrogante central radica en la autoría del diseño. Si bien el nombre "Oaxaca" evoca una región con una rica tradición artesanal, determinar la titularidad cultural del huarache resulta complejo. ¿A qué comunidad indígena se le atribuiría la creación de este tipo de calzado? El abogado sugiere la intervención del Instituto Nacional de Pueblos Indígenas para dilucidar esta cuestión. Si no se identifica una comunidad específica como creadora del huarache, la ley, en su estado actual, dificultaría la solicitud de autorización, abriendo la puerta a la reinterpretación del diseño.
Sin embargo, la discusión trasciende el aspecto legal. El debate sobre la apropiación cultural nos invita a reflexionar sobre el respeto, el reconocimiento y la justicia social. ¿Es ético beneficiarse económicamente de elementos culturales sin retribuir a las comunidades que los originaron? ¿Cómo asegurar que la inspiración no se convierta en una forma de despojo cultural?
La postura de Jalife Caballero invita a la prudencia. Si bien aplaude la existencia de una ley que proteja el patrimonio cultural y la atención que se presta a posibles casos de apropiación, advierte contra las interpretaciones drásticas. Sancionar cualquier creación que se “acerque o aproxime” a la cultura indígena, sin un análisis riguroso, podría ser contraproducente. El reto consiste en encontrar un equilibrio que proteja los derechos de las comunidades indígenas sin sofocar la creatividad y el intercambio cultural.
El caso de los huaraches de Adidas nos recuerda que la cultura es un territorio complejo y dinámico. La globalización y la interconexión nos obligan a repensar las nociones de autoría, propiedad y apropiación. El diálogo, el respeto y la colaboración entre creadores, empresas y comunidades indígenas son esenciales para construir un futuro donde la cultura florezca en toda su diversidad, sin caer en la explotación o la apropiación indebida. El debate continúa abierto, y su resolución impactará la forma en que interactuamos con la cultura en los años venideros.
Fuente: El Heraldo de México