La conmoción se extiende por Argentina a medida que se revelan detalles cada vez más perturbadores sobre el caso de Matías Jurado, el presunto asesino serial de Jujuy. El horror se palpa en el aire, mientras la sociedad intenta comprender la magnitud de los crímenes que se le imputan. La "Casa del Horror", como se ha denominado el domicilio de Jurado, se ha convertido en el epicentro de una investigación que mantiene en vilo al país. El fiscal regional, Guillermo Beller, confirmó el hallazgo de restos humanos en la vivienda, aunque aún se esperan los resultados de los análisis que determinarán si corresponden a las cinco personas desaparecidas que se vinculan al caso.

La escalofriante revelación sobre el método empleado por Jurado para deshacerse de los cuerpos ha generado una ola de indignación y repulsión. Según el fiscal Beller, Jurado alimentaba a sus perros con los restos de sus víctimas. Incluso, se sospecha que extendía esta macabra práctica a perros callejeros del barrio, en un intento por dispersar la evidencia y dificultar la investigación. "Encontramos piel, cartílagos y pelos en los platos de comida de los perros", declaró Beller, dejando atónitos a los presentes en la conferencia de prensa. La imagen de los restos humanos mezclados con la comida de los animales es una muestra de la crueldad y la perversidad que rodean este caso.

A pesar de la crudeza de los hallazgos, el fiscal Beller aclaró que, hasta el momento, no existen indicios de que Jurado haya torturado a sus víctimas ni practicado canibalismo. Sin embargo, las investigaciones continúan su curso, buscando esclarecer cada detalle de los crímenes y determinar la posible existencia de otros implicados.

Un video clave ha sido fundamental en el avance de la investigación. Las imágenes muestran a Jurado llevando a sus víctimas a su casa en un taxi, bajo la promesa de ofrecerles trabajo. Una vez dentro de la vivienda, las víctimas desaparecían sin dejar rastro. El testimonio de un sobrino de Jurado también ha sido crucial, revelando detalles sobre la presunta "cacería" que el acusado realizaba, preferentemente los viernes. Este testimonio, sumado a las pruebas recolectadas en la "Casa del Horror", ha reforzado la hipótesis de que Jurado actuaba de forma premeditada y sistemática.

Con las pruebas acumuladas, las autoridades imputaron a Jurado por homicidio agravado y le dictaron prisión preventiva. A pesar de la contundencia de las evidencias, el acusado, con un amplio historial delictivo a sus espaldas, negó las acusaciones en su primera audiencia, generando aún mayor indignación entre la población. La frialdad y la falta de remordimiento demostradas por Jurado han conmocionado a la sociedad, que exige justicia para las víctimas y sus familias.

Las víctimas, en su mayoría adultos mayores en situación de calle, compartían una vulnerabilidad que, presuntamente, fue aprovechada por Jurado. La sociedad argentina se encuentra consternada por la crueldad de los hechos y la aparente impunidad con la que el acusado operaba. Mientras la investigación avanza, la esperanza de encontrar justicia para las víctimas se mantiene viva, en medio del horror y la incertidumbre que envuelven este caso. La sombra del asesino serial de Jujuy se cierne sobre Argentina, dejando una profunda herida en la conciencia colectiva.