
8 de agosto de 2025 a las 02:30
CDMX: ¿Pierdes tu licencia con estas penalizaciones?
La licencia de conducir, ese pequeño rectángulo de plástico, representa mucho más que un simple permiso para manejar. Es el símbolo de la responsabilidad que asumimos al tomar el control de un vehículo, un compromiso con nuestra seguridad y la de los demás. En la Ciudad de México, este compromiso se traduce en un sistema de puntos y penalizaciones que, aunque a veces parezca severo, busca protegernos a todos. Imaginen el caos que se desataría si cualquiera, sin importar su pericia o respeto por las normas, pudiera circular libremente.
Perder la licencia, incluso la permanente, es una posibilidad real para quienes infringen el Reglamento de Tránsito. No se trata solo de una multa, sino de la suspensión del derecho a conducir, una medida que puede impactar significativamente nuestra vida cotidiana. Desde la imposibilidad de trasladarnos al trabajo hasta la limitación para realizar actividades personales, las consecuencias pueden ser considerables. Y no hablamos de días, sino de años, tres para ser exactos, en los que el infractor deberá replantearse su comportamiento al volante.
El sistema de puntos, aunque pueda parecer complejo, es en realidad bastante sencillo. Cada infracción suma puntos, y al alcanzar los 12, la licencia se cancela. Es como un juego, pero con consecuencias muy reales. Y no hay segundas oportunidades: una vez cancelada, la licencia no se puede recuperar durante esos tres años. Incluso si se intenta tramitar una nueva y se realiza el pago correspondiente, el sistema lo rechazará. El dinero se pierde, un recordatorio tangible del error cometido.
La Secretaría de Seguridad Ciudadana, en su afán por promover una cultura vial responsable, ofrece una vía para redimirse: el pago oportuno de las multas. Al hacerlo, los puntos asociados a la infracción se anulan, dando al conductor la oportunidad de enmendar su camino. Es una muestra de que el sistema no busca castigar, sino educar y prevenir. Además, la vigencia de los puntos es de un año, lo que significa que incluso sin pagar la multa, estos desaparecen después de ese tiempo. Una nueva oportunidad para comenzar de cero, para demostrar que hemos aprendido la lección.
Pero no nos engañemos, la indulgencia del sistema tiene límites. En la Ciudad de México, no se puede obtener la tenencia vehicular sin haber pagado las multas pendientes. Es una medida que busca asegurar que quienes circulan por las calles de la capital lo hagan con responsabilidad, no solo con su propia seguridad, sino con la de todos.
La normativa de tránsito de la Ciudad de México es, sin duda, estricta. Pero no es arbitraria. Es un reflejo de la importancia que se le da a la seguridad vial en una metrópolis tan compleja. Respetar el reglamento no es una opción, es una obligación. Es la manera de protegernos a nosotros mismos, a nuestros seres queridos y a todos aquellos con quienes compartimos las calles. Es, en definitiva, la clave para una convivencia vial pacífica y segura. No olvidemos que la licencia de conducir no es un derecho, sino un privilegio, un privilegio que debemos cuidar y conservar.
Fuente: El Heraldo de México