La incertidumbre rodea a los Miami Dolphins de cara a la temporada 2024. Tras un decepcionante 8-9 en 2023, las interrogantes sobre la salud de Tua Tagovailoa y la consistencia del equipo son palpables. Si bien la ofensiva deslumbró en momentos durante la temporada anterior, la fragilidad de Tagovailoa, quien ha sufrido cuatro conmociones cerebrales en los últimos cinco años, es una espada de Damocles que pende sobre las aspiraciones del equipo. Su valentía y deseo de jugar son admirables, pero la realidad es que cada golpe lo acerca a un potencial final prematuro de su carrera, e incluso, a consecuencias a largo plazo para su salud.

La apuesta por Zach Wilson como respaldo es una incógnita. Si bien el joven quarterback no logró consolidarse con los Jets, la historia de esa franquicia con los mariscales de campo en las últimas décadas invita a la cautela antes de emitir un juicio definitivo. ¿Podrá Wilson florecer en un nuevo entorno? El tiempo lo dirá.

La estrategia de los Dolphins en la agencia libre, marcada por la austeridad debido al tope salarial, pone el peso de la temporada en el desarrollo de jóvenes talentos. Jonah Savaiinaea, seleccionado en la segunda ronda del Draft, se perfila como una pieza clave en la línea ofensiva, cuya principal misión será proteger a Tagovailoa. En el backfield, se espera una competencia feroz entre Alexander Mattison, De'Von Achane, Jaylen Wright y el novato Ollie Gordon. La versatilidad de Achane y la potencia de Gordon prometen un juego terrestre dinámico.

El futuro de Tyreek Hill también añade incertidumbre al panorama. A pesar de su extensión de contrato, los rumores sobre su posible salida persisten. Su impacto salarial dificulta un traspaso, pero si se concreta, la ofensiva perdería a su principal arma. Jaylen Waddle, si bien un excelente receptor secundario, aún no ha demostrado la capacidad para liderar el cuerpo de receptores. Malik Washington y Nick Westbrook-Ikine emergen como posibles alternativas, pero su falta de experiencia en la liga genera dudas.

La reestructuración de la defensiva, con la salida de Jalen Ramsey y Jonnu Smith a cambio de Minkah Fitzpatrick, y la llegada del novato Kenneth Grant, plantea nuevas interrogantes. Si bien la defensiva fue un punto fuerte la temporada pasada, la ausencia de Ramsey deja un vacío que deberá ser llenado. La apuesta por Grant, un tackle defensivo con físico imponente y gran intensidad, busca fortalecer la línea defensiva. El regreso de Darren Waller, tras su breve retiro, es una apuesta arriesgada pero con potencial. A sus 32 años, y tras un período de inactividad, la pregunta es si podrá recuperar el nivel que lo convirtió en una figura destacada en los Raiders. Su experiencia y habilidad para las recepciones podrían ser un activo valioso para Tagovailoa.

En la competitiva AFC Este, liderada por los Buffalo Bills, la tarea de los Dolphins no será sencilla. Su camino hacia los playoffs dependerá en gran medida de la salud de Tagovailoa y del rendimiento de sus jóvenes talentos. La temporada 2024 se presenta como un desafío crucial para Mike McDaniel y sus Dolphins. ¿Lograrán superar las adversidades y consolidarse como un contendiente? El tiempo, una vez más, tendrá la respuesta.

Diego Carreño

@diegocarrenoff