La tragedia tiñó de gris la tarde dominical en el corazón de Monterrey. Un hombre, de entre 35 y 40 años, perdió la vida tras una fatal caída en las escaleras de un bar ubicado en la avenida Colón, justo frente a la Central de Autobuses. El incidente, ocurrido alrededor de las 17:30 horas, ha generado conmoción y una serie de interrogantes sobre las circunstancias que rodearon el suceso.

Según testigos presenciales, el hombre se encontraba en estado de ebriedad y habría protagonizado una discusión dentro del establecimiento. Ante la situación, el personal del bar lo acompañó hacia la salida, la cual lamentablemente desemboca en una escalera. Fue en ese preciso instante, captado por las cámaras de seguridad del local, que el hombre perdió el equilibrio y se precipitó al suelo, golpeándose fatalmente la cabeza.

Las imágenes, que ya circulan en redes sociales, muestran al empleado del bar acompañando al hombre hasta los últimos escalones. Si bien parece intentar sujetarlo, no logra evitar la caída. Este detalle ha avivado el debate sobre la posible responsabilidad del establecimiento en el trágico desenlace. ¿Se tomaron las medidas adecuadas para garantizar la seguridad del cliente, considerando su estado de ebriedad? ¿Pudo haberse evitado la tragedia con una intervención más diligente?

La pronta llegada de los paramédicos de la Cruz Roja no pudo cambiar el destino del hombre. A pesar de los esfuerzos por reanimarlo, la víctima ya no presentaba signos vitales. La contusión cerebral, producto del impacto contra el suelo, resultó fatal. Protección Civil de Monterrey y la Policía local acordonaron la zona, mientras que la Agencia Estatal de Investigaciones y Servicios Periciales iniciaron las indagatorias correspondientes.

Ahora, las autoridades deberán determinar si existió negligencia por parte del personal del bar. Si se comprueba que no se garantizó la seguridad del cliente, especialmente considerando su estado de ebriedad, podrían enfrentarse a consecuencias legales, desde responsabilidad civil hasta cargos por homicidio culposo. El establecimiento, a su vez, podría ser objeto de sanciones administrativas, que incluyen multas e incluso la clausura definitiva.

Este lamentable suceso nos recuerda la importancia de la responsabilidad en el consumo de alcohol, tanto individual como por parte de los establecimientos que expenden bebidas alcohólicas. La seguridad de los clientes debe ser una prioridad, implementando protocolos que minimicen los riesgos, especialmente para aquellos que se encuentran en estado de vulnerabilidad. La tragedia en la avenida Colón deja una profunda reflexión sobre la necesidad de prevención y la importancia de actuar con diligencia ante situaciones que puedan poner en peligro la vida de las personas. El costo de la indiferencia, como en este caso, puede ser irreparable.