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6 de agosto de 2025 a las 16:35
Samsung limita funciones clave en nuevo sistema
La llegada de One UI 8, la nueva interfaz de Samsung basada en Android 16, ha generado una ola de reacciones encontradas entre los usuarios. Si bien se esperaban novedades en diseño e inteligencia artificial, la eliminación de funciones clave como DeX y el bloqueo del bootloader han tomado por sorpresa a la comunidad más exigente. Samsung parece apostar por la simplificación y la alineación con la visión de Google para Android, pero ¿a qué precio?
El cambio más drástico se observa en DeX, la función estrella que permitía transformar los teléfonos Samsung en una potente herramienta de productividad. La posibilidad de redimensionar ventanas, anclar aplicaciones y acceder a opciones avanzadas con el clic derecho del mouse, características que diferenciaban a DeX de otras soluciones, desaparecen en One UI 8. El nuevo DeX se asemeja más al escritorio de Android puro, limitando las opciones de personalización y alejándose de la experiencia de escritorio que muchos usuarios apreciaban. Si bien Samsung argumenta que este cambio permitirá una mayor fluidez y optimización del sistema, la pérdida de funcionalidades avanzadas deja un vacío para aquellos que utilizaban DeX como una alternativa real a una computadora portátil.
Por otro lado, la inclusión del código 'androidboot.other.locked=1' en One UI 8 bloquea el bootloader en todos los dispositivos compatibles, impidiendo la instalación de ROMs personalizadas. Esta decisión ha generado una fuerte controversia entre los desarrolladores y entusiastas de la personalización, quienes consideran que Samsung está abandonando a una parte importante de su comunidad. La posibilidad de instalar ROMs alternativas era un factor clave para muchos usuarios, que veían en ello una forma de extender la vida útil de sus dispositivos, explorar nuevas funcionalidades y adaptar el sistema a sus necesidades específicas. Con este cambio, Samsung se suma a la tendencia de un ecosistema Android más cerrado y controlado, limitando las opciones de personalización y dejando menos espacio para la experimentación.
Si bien One UI 8 promete mejoras en fluidez, una estética renovada y nuevas funciones de inteligencia artificial como traducción de llamadas en tiempo real y subtítulos automáticos mejorados, la eliminación de DeX y el bloqueo del bootloader representan un sacrificio significativo para los usuarios más avanzados. La apuesta de Samsung por la estandarización y la simplificación podría atraer a un público más amplio, pero también corre el riesgo de alienar a aquellos que valoraban la flexibilidad y las posibilidades de personalización que ofrecían las versiones anteriores de One UI.
El lanzamiento de One UI 8, previsto para septiembre, marcará un punto de inflexión en la estrategia de Samsung. ¿Será este un paso hacia un futuro más homogéneo para Android o una decisión que lamentarán a largo plazo? El tiempo lo dirá. Mientras tanto, la comunidad de usuarios sigue debatiendo sobre los pros y los contras de esta nueva era para la interfaz de Samsung. ¿Se prioriza la accesibilidad y la facilidad de uso por encima de la libertad y la personalización? Este es el dilema que plantea One UI 8 y que sin duda seguirá generando debate en los próximos meses. La exclusión de modelos como los Galaxy S21, Z Fold3 y Flip3 de esta actualización, junto con algunos dispositivos de las líneas A, M y F, añade otra capa de complejidad a la transición y deja a muchos usuarios con la incertidumbre sobre el futuro de sus dispositivos.
Fuente: El Heraldo de México