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6 de agosto de 2025 a las 09:35

Revierte el reloj: vive tu ocaso dorado

El envejecimiento en México: un desafío y una oportunidad sin precedentes.

Mientras el mundo se enfrenta a un envejecimiento poblacional acelerado, México se encuentra en una posición única. Para 2030, uno de cada seis mexicanos tendrá más de 60 años. Este dato, proporcionado por la ONU, no solo representa un desafío, sino también una ventana de oportunidad para repensar nuestra sociedad y la forma en que abordamos la vejez. El estudio "Actitudes ante el Envejecimiento 2025" de Ipsos nos ofrece una visión fascinante de cómo los mexicanos percibimos este cambio demográfico y cómo podemos prepararnos para un futuro donde la experiencia y la sabiduría sean aún más valiosas.

Curiosamente, tendemos a sobrestimar la proporción de adultos mayores en nuestra población. Mientras que la cifra real ronda el 8%, la percepción popular la sitúa cerca del 30%. Esta discrepancia, aunque aparentemente anecdótica, revela mucho sobre cómo nos preparamos mentalmente para este cambio demográfico. Podría interpretarse como una señal de que la sociedad está tomando conciencia del envejecimiento, pero también nos invita a reflexionar sobre nuestros propios sesgos y cómo estos pueden influir en nuestra percepción de la vejez.

Esta sobreestimación también representa una oportunidad de oro para las empresas. Imaginen el potencial de un mercado que, si bien aún no alcanza las dimensiones percibidas, se perfila como uno de los más dinámicos en las próximas décadas. Desde productos de belleza y cuidado personal adaptados a las necesidades de la piel madura, hasta servicios de turismo y ocio diseñados para experiencias enriquecedoras, el abanico de posibilidades es inmenso. La clave está en comprender las necesidades y deseos de una generación que redefine lo que significa ser mayor, no como un declive, sino como una etapa llena de vitalidad y nuevas experiencias.

Sin embargo, el panorama no es completamente optimista. El estudio revela que solo el 34% de los mexicanos se siente entusiasmado por la vejez, una cifra inferior al promedio global. Este dato nos obliga a preguntarnos qué factores contribuyen a esta percepción menos optimista. ¿Se trata de preocupaciones económicas, temores relacionados con la salud o, quizás, un reflejo de cómo nuestra cultura valora, o desvalora, a los adultos mayores? Para revertir esta tendencia, necesitamos un cambio de paradigma. Las políticas públicas y las estrategias empresariales deben ir más allá de la simple creación de productos y servicios; deben construir una narrativa que celebre la vejez como una etapa de crecimiento personal, de sabiduría y de nuevas oportunidades.

Imaginemos campañas publicitarias que muestren la vitalidad y la experiencia de los adultos mayores, o tecnologías que no solo compensen las limitaciones físicas, sino que potencien nuevas habilidades y conocimientos. El desafío es transformar esos 12 años promedio de "vejez" que nos esperan en una etapa llena de posibilidades y realización personal.

Otro aspecto relevante es que en México consideramos que la vejez comienza a los 62 años, cuatro años antes que el promedio global. Esta percepción, sumada a nuestra tendencia a valorar el liderazgo joven, nos invita a reflexionar sobre cómo concebimos las diferentes etapas de la vida. ¿Estamos perdiendo la valiosa experiencia y sabiduría de nuestros adultos mayores al limitar su participación en la sociedad? Quizás la solución radique en adoptar una visión más flexible y holística del ciclo vital, donde cada etapa sea valorada por sus aportes únicos.

En resumen, el envejecimiento en México no es solo un desafío demográfico, sino también una oportunidad para construir una sociedad más inclusiva, justa y enriquecedora. Es momento de reescribir el guion de la vejez, dejar atrás los estereotipos y abrazar la experiencia y sabiduría de nuestros adultos mayores como un motor de innovación y progreso. El futuro de México se construye con la participación de todos, sin importar la edad.

Fuente: El Heraldo de México