
6 de agosto de 2025 a las 03:50
Pemex: ¡Estabilidad y futuro seguro!
El futuro de Petróleos Mexicanos (Pemex) se vislumbra con optimismo y una sólida estrategia a largo plazo, según las recientes declaraciones de la presidenta electa, Claudia Sheinbaum. Un ambicioso plan, fruto de una exhaustiva revisión de las finanzas de la petrolera, promete no solo rescatar a la empresa del peso de la deuda, sino también catapultarla hacia un papel protagónico en la transición energética del país. Este análisis minucioso, realizado en conjunto con la Secretaría de Hacienda, la Secretaría de Energía y la propia dirección de Pemex, abarca desde la producción hasta la contabilidad, buscando garantizar la viabilidad y sostenibilidad de esta emblemática empresa productiva del Estado.
La propuesta de Sheinbaum, doctora en ingeniería en energía y experta en la materia, se presenta como un bálsamo para Pemex, que durante el periodo neoliberal vio cómo su deuda se disparaba de manera alarmante, pasando de 43 mil 300 millones de dólares en 2008 a la exorbitante cifra de 105 mil 800 millones en 2018. Este incremento de casi el 130% es un claro reflejo, según la presidenta electa, de las políticas económicas implementadas en ese periodo, que mermaron la capacidad de la petrolera para invertir y modernizarse.
Un punto crucial de la crítica de Sheinbaum se centra en el esquema fiscal anterior, donde Hacienda retenía el 65% de las ganancias de Pemex, asfixiando financieramente a la empresa. El contraste con el 30% actual, establecido por ley, es significativo y, de acuerdo con la visión de la próxima administración, ha sido fundamental para la capitalización de la petrolera. Este respiro financiero, junto con la estrategia a largo plazo, se presenta como la clave para la recuperación y el fortalecimiento de Pemex.
La visión estratégica para el periodo 2025-2035 no se limita a sanear las finanzas. Se trata de un plan integral que contempla acciones concretas de apoyo financiero y operativo, con la mirada puesta en la transición energética. Se busca, no solo rescatar a Pemex, sino también convertirla en un motor de desarrollo en las nuevas áreas de la energía, asegurando su relevancia en el panorama energético del futuro.
Si bien se reconoce que los años 2025 y 2026 presentarán importantes desafíos en cuanto a las amortizaciones de deuda, la Secretaría de Hacienda se compromete a brindar el apoyo financiero necesario para sortear este periodo crítico. La meta es clara: a partir de 2027, Pemex deberá caminar con sus propios pies, alcanzando la anhelada autosuficiencia financiera. Esta proyección optimista se basa en la solidez del plan trazado y en la convicción de que Pemex, como empresa del pueblo de México, tiene el potencial para superar las dificultades y consolidarse como un actor clave en el desarrollo del país.
La transición energética, un tema de crucial importancia a nivel global, se presenta como una oportunidad para Pemex. La visión de la presidenta electa no se limita a la explotación de hidrocarburos, sino que apuesta por la diversificación y la exploración de nuevas áreas de desarrollo energético. Este enfoque, que busca integrar a Pemex en la nueva era de la energía, se presenta como una apuesta estratégica para el futuro de la empresa y del país. La promesa de un Pemex revitalizado, con una visión clara de futuro y un compromiso con la sostenibilidad, genera expectativas y abre un nuevo capítulo en la historia de la petrolera mexicana. El reto es grande, pero la determinación y el plan estratégico trazado auguran un futuro prometedor para Pemex y su importante rol en la economía nacional.
Fuente: El Heraldo de México