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6 de agosto de 2025 a las 06:05

Olvidos: ¿Qué dice de ti la psicología?

¿Te ha pasado que tienes a alguien en la punta de la lengua pero su nombre se escabulle como agua entre los dedos? Es una experiencia frustrante, casi universal, que nos deja con una sensación de vacío y a veces, hasta de vergüenza. Si bien la memoria es un músculo que requiere ejercicio constante, olvidar nombres no siempre se reduce a un simple fallo de la memoria. De hecho, la psicología ha empezado a explorar las conexiones entre este fenómeno y nuestra personalidad, abriendo un fascinante panorama sobre cómo percibimos e interactuamos con el mundo.

La revista VegOut, reconocida por su enfoque en el bienestar holístico, publicó recientemente un artículo donde una psicóloga experta en el tema desentraña las posibles razones detrás de este olvido selectivo. Lejos de ser un síntoma de "mala memoria", olvidar nombres podría ser un indicador de ciertos rasgos de personalidad, algunos más evidentes que otros. ¿Será que nuestra mente, al priorizar otros aspectos de la interacción, relega los nombres a un segundo plano?

Una de las teorías que se baraja es la de la alta sensibilidad. Las personas altamente sensibles suelen procesar la información de manera más profunda y detallada. Absorben no solo las palabras, sino también el lenguaje corporal, las expresiones faciales y el tono de voz. Esta sobrecarga sensorial, aunque enriquecedora, puede llevar a que detalles como los nombres se pierdan en el torrente de información. Su atención se centra en la esencia de la interacción, en la conexión emocional, más que en los datos concretos.

Otro rasgo que se ha vinculado con el olvido de nombres es la introversión. Los introvertidos, a diferencia de los extrovertidos, tienden a enfocar su energía hacia su mundo interior. Las interacciones sociales, aunque valoradas, pueden resultarles agotadoras. En este contexto, el olvido de nombres podría ser una forma inconsciente de protegerse de la sobreestimulación social, priorizando la calidad de la interacción sobre la cantidad de nombres recordados.

También se ha sugerido una posible conexión con la creatividad. Las mentes creativas suelen estar llenas de ideas, proyectos y conexiones inesperadas. Su pensamiento divergente, que les permite explorar múltiples posibilidades al mismo tiempo, podría interferir con la memoria a corto plazo, haciendo que los nombres se esfumen entre la maraña de pensamientos.

Sin embargo, es importante recordar que estas son solo teorías y que la psicología es un campo en constante evolución. Nuestro entorno, la crianza, las experiencias vividas, todo ello contribuye a moldear nuestra personalidad y nuestra memoria. Así que, antes de autodiagnosticarte como introvertido, altamente sensible o creativo basándote únicamente en la frecuencia con la que olvidas nombres, recuerda que existen múltiples factores en juego.

Además, no debemos olvidar la influencia del estrés y la ansiedad. En un mundo cada vez más acelerado, nuestras mentes se ven sometidas a una constante presión. El estrés puede afectar negativamente a la memoria, dificultando la retención de información, incluidos los nombres.

La próxima vez que te encuentres en esa incómoda situación de tener un nombre en la punta de la lengua, en lugar de castigarte, respira hondo y recuerda que tu mente es un universo complejo y fascinante. Quizás, al olvidar un nombre, estás dando espacio a otras conexiones, a otras ideas, a otras formas de percibir el mundo. Y, si bien recordar nombres es importante para las relaciones sociales, no define quién eres ni tu capacidad de conectar con los demás. A fin de cuentas, una sonrisa sincera y un interés genuino pueden compensar con creces cualquier lapsus de memoria. Como dice el refrán, "errar es humano", y en el caso de los nombres, quizás sea más humano de lo que pensamos.

Fuente: El Heraldo de México