
7 de agosto de 2025 a las 01:20
Niño reaparece tras un mes: "Me fui por..."
Un mes de angustia, un mes de incertidumbre, un mes de búsqueda incansable. Ese fue el tiempo que una familia en la Ciudad de México vivió con el corazón en un puño, aferrados a la esperanza de encontrar a su hija de tan solo 12 años. Hoy, esa esperanza se ha materializado en un reencuentro que promete sanar heridas y reconstruir los lazos rotos.
La historia comenzó hace un mes, cuando la menor desapareció de su hogar. La desesperación se apoderó de la familia, quienes de inmediato reportaron su ausencia a las autoridades. Se inició una intensa búsqueda, cada minuto contaba, cada pista era vital. Redes sociales, medios de comunicación, familiares, amigos y vecinos, todos unidos por un objetivo común: traer de vuelta a la niña.
La angustia crecía con el pasar de los días. ¿Dónde estaría? ¿Estaría bien? Eran las preguntas que atormentaban a sus seres queridos. La incertidumbre se convertía en una pesada carga, un nudo en la garganta que impedía respirar con tranquilidad. La búsqueda parecía interminable, un laberinto sin salida.
Pero la luz al final del túnel llegó gracias a la solidaridad de un ciudadano y la rápida acción de las autoridades. Un hombre de 36 años se percató de la presencia de la menor en la avenida José Loreto Fabela, en la alcaldía Gustavo A. Madero. Con gran sensibilidad y responsabilidad, se acercó a ella y escuchó su historia. La niña le confesó que había huido de su casa debido a problemas familiares. El hombre, reconociéndola gracias a la difusión de su caso en redes sociales, no dudó en contactar a la policía.
La Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) respondió de inmediato. Los uniformados acudieron al lugar y resguardaron a la menor, brindándole la contención y el apoyo necesarios tras su experiencia. Paramédicos del Escuadrón de Rescate y Urgencias Médicas (ERUM) la valoraron médicamente, confirmando su buen estado de salud, un alivio inmenso para todos.
Ahora, la menor se encuentra bajo la protección del Ministerio Público de la Fiscalía Especializada en la Búsqueda, Localización e Investigación de Personas Desaparecidas (FIPEDE). Allí, se llevarán a cabo los trámites necesarios para el tan esperado reencuentro con su familia. Un reencuentro que marca el inicio de un nuevo capítulo, una oportunidad para sanar las heridas y reconstruir los lazos familiares.
Este caso nos recuerda la importancia de la colaboración ciudadana y la eficacia de las redes sociales como herramientas de búsqueda. Asimismo, destaca la labor incansable de las autoridades, quienes trabajan día a día para proteger a nuestros niños y niñas.
Si bien el sistema de Alerta AMBER no se activó en este caso, ya que no cumplía con los criterios de riesgo inminente, su existencia es fundamental para la rápida localización de menores desaparecidos en situaciones de peligro. La Alerta AMBER, implementada en México desde 2012, ha demostrado ser una herramienta vital en la lucha contra la desaparición de menores, movilizando a la sociedad en su conjunto para proteger a los más vulnerables. Es un recordatorio de que la seguridad de nuestros niños es una responsabilidad compartida. Este caso, con final feliz, nos invita a reflexionar sobre la importancia de la comunicación familiar, la atención a las necesidades de los menores y la construcción de entornos seguros y protectores para su desarrollo integral.
Fuente: El Heraldo de México