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6 de agosto de 2025 a las 05:55
Alerta: ¿Nueva depresión tropical rumbo a México?
La incertidumbre se cierne sobre la costa sureste de Estados Unidos mientras una vaguada superficial, con potencial ciclónico, se gesta a cientos de millas de la costa. Imaginen la escena: un lienzo inmenso de océano Atlántico, donde las pinceladas de nubes dispersas comienzan a concentrarse, acompañadas por el susurro eléctrico de las tormentas en formación. El Centro Nacional de Huracanes (NHC), cual vigía atento, observa cada trazo, cada movimiento, analizando la danza atmosférica que podría dar origen a una nueva depresión tropical. A pesar de la baja probabilidad (apenas un 10% en las próximas 48 horas), la posibilidad de que este sistema cobre fuerza en los próximos siete días asciende a un 40%, inyectando una dosis de inquietud en la calma aparente.
La trayectoria prevista, un lento desplazamiento hacia el oeste con un giro hacia el norte durante el fin de semana, dibuja una línea punteada de incertidumbre que apunta hacia estados como Florida, Georgia y las Carolinas. Si bien es prematuro hablar de impactos específicos, la sombra de posibles lluvias torrenciales y vientos moderados se proyecta sobre la región, incitando a la población a mantenerse alerta y a seguir de cerca los informes del NHC. La preparación, como un escudo protector, se convierte en la mejor defensa ante la imprevisibilidad de la naturaleza.
Pero este no es el único actor en el escenario meteorológico del Atlántico. A miles de kilómetros de distancia, en el lejano Atlántico tropical oriental, otra historia se escribe. Una onda tropical, recién nacida de las costas africanas, se abre paso entre chubascos y tormentas desorganizadas, como un joven aprendiz que busca su camino. Con un 50% de probabilidad de convertirse en depresión tropical a finales de esta semana o durante el fin de semana, este fenómeno se desplaza con paso firme hacia el oeste-noroeste, cruzando el Atlántico central y subtropical. Aunque su destino aún es incierto, su evolución podría influir en las condiciones marítimas del Caribe a largo plazo, un recordatorio de la interconexión de los océanos y la atmósfera.
Mientras tanto, la Tormenta Tropical Dexter, como un veterano curtido en mil batallas, continúa su recorrido por el Atlántico noroeste, sin representar una amenaza inmediata para tierra firme. Su presencia, sin embargo, nos recuerda la constante actividad en esta cuenca oceánica, un crisol donde se forjan las tormentas que dan forma al clima y a la vida en las costas.
Para México, por el momento, el panorama se presenta tranquilo. Ni el sistema en desarrollo frente a la costa sureste de Estados Unidos ni la onda tropical en el Atlántico central representan una amenaza directa. Sin embargo, la vigilancia meteorológica se mantiene constante, como un faro que guía a los navegantes en la oscuridad, preparados para alertar ante cualquier cambio en el horizonte. La naturaleza, en su impredecible danza, nos recuerda la importancia de la observación, la preparación y la resiliencia.
Fuente: El Heraldo de México