
6 de agosto de 2025 a las 16:30
Adiós a un Gigante del Dragón
El vacío dejado por Jorge Costa en el mundo del fútbol es inmenso. Su repentina partida a los 53 años ha conmocionado a la afición portista, al fútbol portugués y a todos aquellos que tuvieron la fortuna de presenciar su entrega y pasión en el terreno de juego. Más allá de los títulos y las estadísticas, Costa representaba la esencia misma del FC Porto: garra, liderazgo y un amor incondicional por los colores del club.
Su fallecimiento en la Ciudad Deportiva de los Dragones, el lugar donde tantas veces brilló, añade un matiz de profunda tristeza a esta noticia. Las circunstancias, un fulminante ataque al corazón mientras realizaba sus actividades habituales, nos recuerdan la fragilidad de la vida y la importancia de valorar cada instante. A pesar de los esfuerzos del equipo médico del club y de los servicios de emergencia, no fue posible revertir la situación, dejando un dolor irreparable en la familia portista.
Recordamos con especial admiración su época dorada bajo la dirección de José Mourinho, cuando el Porto conquistó la Champions League en 2004. Costa, como capitán, fue una pieza fundamental en aquel equipo histórico, liderando la defensa con su característico temperamento y su entrega incondicional. Esa imagen de él levantando la Orejona quedará grabada para siempre en la memoria de los aficionados.
Pero su legado va más allá de ese título. Ocho ligas portuguesas, una Copa de la UEFA y una Copa Intercontinental adornan su palmarés, testimonio de una carrera brillante y llena de éxitos. Su trayectoria como jugador, que incluyó pasos por clubes como Penafiel, Marítimo, Charlton y Standard Lieja, lo consolidó como uno de los defensas más destacados de su generación.
Su estilo de juego, aguerrido y sin concesiones, le valió el apodo de "Bicho" y le granjeó la admiración de sus compañeros y el respeto de sus rivales. Si bien su entrega en cada partido le costó un buen número de tarjetas amarillas, su compromiso con el equipo nunca estuvo en duda. Era un líder nato, capaz de inspirar a sus compañeros y de contagiar su pasión por el fútbol.
Tras colgar las botas, Jorge Costa inició una prometedora carrera como entrenador. Con casi 20 años de experiencia en los banquillos, dirigió a equipos en Portugal, Rumania, Chipre, India y Francia, entre otros. Su regreso al Porto en 2024, esta vez como técnico, representaba un sueño cumplido y la oportunidad de seguir contribuyendo al club de sus amores.
Su partida deja un vacío difícil de llenar, tanto dentro como fuera del campo. Perdemos a un jugador excepcional, a un entrenador con gran potencial y, sobre todo, a una persona que encarnaba los valores del deporte. Su recuerdo permanecerá vivo en el corazón de la afición portista y en la historia del fútbol. Descansa en paz, Jorge Costa. Tu legado será eterno.
Fuente: El Heraldo de México