
6 de agosto de 2025 a las 02:20
¡No al Abandono! Denuncia.
La soledad silenciosa que aprisiona a nuestros mayores y la desprotección que ensombrece la infancia son realidades que laceran el tejido social. No podemos permanecer indiferentes ante el abandono, un delito que, como una herida invisible, corroe los cimientos de nuestra comunidad. La jueza Fidelina Pérez Miranda, voz autorizada del Poder Judicial de la Ciudad de México, nos recuerda la importancia de actuar, de alzar la voz y denunciar cualquier indicio de esta dolorosa realidad. El abandono no es un asunto privado, es una llaga social que nos interpela a todos.
El magistrado Rafael Guerra Álvarez, al frente del Poder Judicial, lidera una cruzada por la protección de los más vulnerables. Su compromiso se traduce en acciones concretas, en la búsqueda incansable de justicia para quienes no pueden defenderse por sí mismos. La denuncia, ese acto de valentía ciudadana, se convierte en un escudo protector, en una herramienta para romper el ciclo del silencio y el sufrimiento.
No se trata solo de leyes y códigos, se trata de humanidad. El abandono no solo priva a nuestros mayores y menores de cuidados básicos, sino que les roba la dignidad, la esperanza y el derecho a una vida plena. La jueza Pérez Miranda pone el dedo en la llaga al destacar las consecuencias legales para quienes incumplen con su deber de cuidado. Perder los derechos sobre la herencia de la víctima es una sanción que, si bien importante, palidece ante el daño emocional infligido.
Imaginemos por un instante la angustia de un anciano olvidado, la incertidumbre de un niño desamparado. ¿Cómo podemos tolerar que, en nuestra ciudad, existan personas condenadas a la soledad y la desesperanza? La jueza Pérez Miranda nos recuerda que el delito de abandono se configura incluso en la omisión de auxilio. No basta con no ser el causante directo del sufrimiento, también es un delito no extender la mano a quien nos necesita.
Si eres testigo de una situación de abandono, no dudes en actuar. Tu denuncia puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte, entre la dignidad y el desamparo. El Código Penal establece multas para quienes omiten el auxilio, pero más allá de las sanciones económicas, la verdadera pena reside en la indiferencia, en la incapacidad de reconocer el sufrimiento ajeno.
La jueza Pérez Miranda nos invita a reflexionar sobre la importancia de construir una sociedad más justa y solidaria, donde la protección de los más vulnerables sea una prioridad. El abandono no es un problema ajeno, es una responsabilidad compartida. Alcemos la voz, denunciemos y construyamos un futuro donde la dignidad y el respeto sean los pilares de nuestra convivencia. No miremos hacia otro lado, la solución está en nuestras manos. La justicia no solo se imparte en los tribunales, también se construye con el compromiso de cada ciudadano.
Fuente: El Heraldo de México