
5 de agosto de 2025 a las 12:05
La lucha incansable de Uribe
La incertidumbre se cierne sobre Colombia, un país que, al igual que el resto del mundo, se enfrenta a una compleja crisis económica. Sin embargo, la situación se agrava por la creciente inseguridad, alimentada por la falta de resultados del gobierno de Gustavo Petro. A este panorama sombrío se suma el reciente atentado contra un aspirante presidencial y la polémica condena del expresidente Álvaro Uribe.
La condena de Uribe a 12 años de prisión domiciliaria por soborno a testigos y fraude procesal ha desatado un torbellino de reacciones. Figuras como la exvicepresidenta Marta Lucía Ramírez han salido en su defensa, alabando su trayectoria y compromiso con el país. Para Ramírez, este fallo no opaca el legado de Uribe ni debe desanimar a quienes creen en el servicio público. Sin embargo, más allá de la figura de Uribe, la exvicepresidenta señala la preocupante situación actual del país.
Ramírez critica duramente la gestión de Petro, acusándolo de no estar comprometido con los colombianos y de generar un deterioro en la seguridad ciudadana. La economía, según ella, también se ha visto afectada, con una caída significativa en la inversión tanto nacional como extranjera. El discurso del presidente, que a menudo confronta a diferentes sectores de la sociedad, es otro punto de conflicto para la exvicepresidenta.
La exvicepresidenta también acusa a Petro de incumplir promesas clave de su campaña, como la de no promover una Asamblea Constituyente y la de trabajar con respeto con el Congreso. En lugar de ello, según Ramírez, Petro intenta imponer su voluntad y ha generado una creciente polarización en el país. La lucha contra el narcotráfico, otra promesa incumplida, ha visto un aumento exponencial de los cultivos de coca, lo que fortalece a los grupos criminales y genera una inestabilidad aún mayor.
El atentado contra el candidato presidencial Miguel Uribe añade otra capa de preocupación a la ya compleja situación de seguridad. Ramírez cuestiona la capacidad del gobierno para proteger a los candidatos y garantizar un proceso electoral transparente y seguro. Este incidente reabre viejas heridas y recuerda los tiempos oscuros de la violencia política en Colombia.
Finalmente, Ramírez se refiere a las acusaciones de Petro sobre un supuesto complot en su contra, involucrando a Estados Unidos, su excanciller Álvaro Leyva y su vicepresidenta Francia Márquez. La exvicepresidenta desestima estas afirmaciones, calificándolas de infundadas y señalando que Estados Unidos no tiene interés en desestabilizar el gobierno colombiano. Critica la forma en que Petro se expresa, acusándolo de actuar como un "activista de barrio" y de no medir las consecuencias de sus palabras como jefe de Estado. Incluso, pone en duda la salud mental y emocional del presidente, haciéndose eco de las preocupaciones expresadas por el propio Álvaro Leyva.
En resumen, la situación en Colombia es delicada. La convergencia de la crisis económica, la inseguridad creciente, las tensiones políticas y las acusaciones cruzadas entre el gobierno y la oposición crean un clima de incertidumbre y preocupación. El futuro del país se presenta como un camino lleno de desafíos que requerirán diálogo, consenso y un liderazgo capaz de unir a la nación en la búsqueda de soluciones.
Fuente: El Heraldo de México