
5 de agosto de 2025 a las 07:40
Gobernador de Oaxaca dispuesto a consulta popular
La posible revocación de mandato del gobernador Salomón Jara ha encendido el debate político en Oaxaca. Jara, en un gesto que algunos califican de audaz y otros de estratégico, ha aceptado someterse a la voluntad popular, abriendo la puerta a un proceso inédito en la historia reciente del estado. Esta decisión surge a raíz de una iniciativa presentada por el PRI ante el Congreso local, y ha generado una ola de especulaciones y análisis sobre el futuro político de Oaxaca.
La propuesta inicial planteaba la revocación de mandato para mayo de 2026, coincidiendo con el periodo electoral federal. Sin embargo, el gobernador Jara sorprendió a propios y extraños al declarar su disposición a adelantar el proceso, incluso para los primeros meses del 2026, justo después de cumplir su tercer año al frente de la administración. "Mientras más pronto mejor", fueron sus palabras, dejando entrever una confianza inquebrantable en el apoyo popular.
Este gesto ha sido interpretado de diversas maneras. Para algunos, se trata de una muestra de transparencia y compromiso democrático, una apuesta arriesgada pero necesaria para fortalecer la legitimidad de su gobierno. Para otros, es una maniobra política para capitalizar el descontento social y anticiparse a posibles movimientos opositores. Sea cual sea la motivación real, lo cierto es que la revocación de mandato se ha convertido en el tema central de la agenda política oaxaqueña.
La iniciativa del PRI, liderada por el diputado Javier Casique, propone febrero de 2026 como fecha para la consulta popular. Esta propuesta, aunque cercana a la postura del gobernador, abre un nuevo frente de discusión sobre los plazos y las condiciones en las que se llevará a cabo el proceso. La premura del tiempo plantea un desafío logístico y organizativo para las autoridades electorales, que deberán garantizar la transparencia y la imparcialidad de la consulta.
Más allá de las fechas, la revocación de mandato plantea interrogantes de fondo sobre la participación ciudadana y la rendición de cuentas. ¿Será este mecanismo una herramienta efectiva para fortalecer la democracia o se convertirá en un instrumento de manipulación política? ¿Cuál será el impacto de la consulta en la gobernabilidad del estado? ¿Cómo se garantizará la información objetiva y veraz a la ciudadanía para que pueda tomar una decisión informada?
El futuro político de Oaxaca está en juego. La revocación de mandato, un mecanismo poco explorado en México, se presenta como una oportunidad para redefinir la relación entre gobernantes y gobernados. El debate apenas comienza, y las próximas semanas serán cruciales para definir el rumbo que tomará este proceso histórico. La atención nacional está puesta en Oaxaca, expectante ante el desenlace de esta situación inédita. Mientras tanto, la ciudadanía oaxaqueña se prepara para asumir un rol protagónico en la definición de su futuro.
Fuente: El Heraldo de México