
Inicio > Noticias > Noticias Locales
5 de agosto de 2025 a las 23:45
Alerta: Ceniza volcánica afecta estos estados
La imponente silueta del Popocatépetl, eterna guardiana del Valle de México, ha vuelto a recordarnos su presencia. Desde la tarde del lunes, el coloso ha intensificado su actividad, pintando el cielo con fumarolas y exhalaciones que, aunque de baja intensidad según el Cenapred, han despertado la inquietud en los habitantes del sur del estado de Puebla, quienes reportan la caída de una fina capa de ceniza volcánica. Imaginen el polvo grisáceo cubriendo los tejados, los coches, las calles, un recordatorio tangible del poderío de la naturaleza.
Las 22 exhalaciones registradas, acompañadas de vapor de agua, gases y ligeras cantidades de ceniza, son un susurro del volcán, una señal de que su interior sigue vivo y en constante movimiento. Los 367 minutos de tremor de baja amplitud, imperceptibles para el ojo humano, son la música profunda de la tierra, el latido constante de un gigante dormido que, ocasionalmente, se remueve en su letargo.
Afortunadamente, la alerta volcánica se mantiene en Semáforo Amarillo Fase 2. Esto significa que, si bien debemos estar alerta, no existe un peligro inminente. Es como una luz ámbar en el camino, una señal de precaución que nos invita a estar preparados. Las autoridades, a través de la SSPC y el Cenapred, nos mantienen informados, minuto a minuto, sobre la evolución de la actividad volcánica. Nos recuerdan las medidas de seguridad básicas: proteger nuestras vías respiratorias ante la caída de ceniza, evitar acercarnos al volcán y, sobre todo, mantener la calma.
El Servicio Meteorológico Nacional (SMN), con su precisión científica, ha trazado la trayectoria de la pluma de ceniza, gases y vapor de agua, previendo su dispersión hacia el oeste-noroeste, a una altura de 500 metros sobre el cráter. Este pronóstico, como un mapa que nos guía, nos permite anticipar las posibles zonas afectadas: Morelos, Estado de México, incluso parte de la Ciudad de México, Michoacán y Guanajuato. La información, como un escudo protector, nos permite estar un paso adelante.
Pero más allá de los datos técnicos y los comunicados oficiales, la actividad del Popocatépetl nos invita a reflexionar sobre nuestra relación con la naturaleza. Nos recuerda que somos parte de un ecosistema complejo y dinámico, y que debemos aprender a convivir con las fuerzas que lo rigen. La caída de ceniza, aunque pueda ser una molestia, es también un fertilizante natural, un regalo de la tierra que nutre los campos. Es un recordatorio de la constante transformación, del ciclo de vida y muerte que se repite, incansablemente, en la naturaleza.
Mantengámonos informados, sigamos las recomendaciones de las autoridades y, sobre todo, aprendamos a escuchar los susurros del volcán. Su actividad, aunque impredecible, es parte del ritmo vital de nuestra tierra, un ritmo que debemos respetar y comprender. En la danza constante entre la tierra y el cielo, el Popocatépetl sigue siendo un símbolo de nuestra identidad, un recordatorio de la fuerza y la belleza de la naturaleza que nos rodea.
Fuente: El Heraldo de México