
5 de agosto de 2025 a las 21:45
Aguilar y Adán Augusto preparan juramento de jueces
La antesala del cambio de guardia en la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) vibra con la discreción de una reunión crucial. Tras bambalinas, en los pasillos del poder, el futuro presidente de la SCJN, Hugo Aguilar Ortiz, y el presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado, Adán Augusto López Hernández, tejen los hilos de la ceremonia que marcará un nuevo capítulo en la historia del máximo tribunal del país. Un encuentro a puerta cerrada, envuelto en la expectación propia de la trascendencia del momento, donde se definen los detalles para la toma de protesta de los nuevos juzgadores, elegidos por la voluntad popular el pasado 1 de junio.
El hermetismo que rodea la reunión alimenta las especulaciones y la intriga política. ¿Qué temas se abordan en la intimidad de ese encuentro? ¿Qué acuerdos se gestan en el silencio de esas cuatro paredes? Las preguntas flotan en el aire, mientras la maquinaria política continúa su incansable labor de engranaje. Se sabe que la fecha está marcada en el calendario: el primero de septiembre, una fecha que resonará en los anales de la justicia mexicana.
El reloj marcaba las 9:30 horas cuando Hugo Ortiz, el hombre que pronto ostentará el máximo cargo en la SCJN, arribaba a la Cámara Alta. Recibido con la deferencia propia de su investidura por Adán Augusto López Hernández, la escena dibujaba la importancia del momento. Un apretón de manos, un saludo protocolario, y la puerta se cerraba tras ellos, dejando fuera el ruido del mundo y las miradas curiosas.
La toma de protesta, un acto solemne y cargado de simbolismo, se perfila como un evento de gran relevancia. No solo por la envergadura de los cargos que se asumirán, sino también por el contexto político en el que se desarrolla. La renovación de la Suprema Corte, con la llegada de nuevos ministros, magistrados y jueces, representa una oportunidad para fortalecer el Estado de Derecho y afianzar la independencia del Poder Judicial.
El primero de septiembre no solo se renovará la cúpula de la SCJN. Ese mismo día, los magistrados de las salas regionales, el Tribunal de Disciplina Judicial y la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), así como otros magistrados y jueces, jurarán cumplir y hacer cumplir la Constitución y las leyes que de ella emanan. Un juramento que resonará en los cimientos de la justicia mexicana.
La cuenta regresiva ha comenzado. Los días que separan al presente del primero de septiembre se acortan, y la expectativa crece. El encuentro entre Aguilar Ortiz y López Hernández es una pieza clave en este complejo rompecabezas político. Un paso más en el camino hacia la renovación de uno de los pilares fundamentales de la democracia mexicana: el Poder Judicial. Un poder que, en manos de los nuevos juzgadores, tiene la responsabilidad de velar por la justicia y el respeto a la ley, garantizando así un futuro más justo y equitativo para todos los mexicanos.
Fuente: El Heraldo de México