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5 de agosto de 2025 a las 00:20
Vecinos salvan Árbol Laureano, ahora Patrimonio Natural
En la vibrante colonia Tlacoquemecatl, en el corazón de la Alcaldía Benito Juárez, la historia de un árbol centenario se ha entrelazado con las voces de sus habitantes, creando una narrativa de lucha, perseverancia y la búsqueda de un equilibrio entre el progreso y la preservación del patrimonio natural. Tras más de dos meses de incansable movilización ciudadana, la Secretaría del Medio Ambiente (SEDEMA) ha dado un paso trascendental al declarar al majestuoso Árbol Laureano como Patrimonio Natural en la Gaceta Oficial. Este reconocimiento, fruto del esfuerzo colectivo, marca un hito en la defensa de los espacios verdes en la ciudad y abre un nuevo capítulo en la historia de esta comunidad.
Sin embargo, la declaración de Patrimonio Natural no es el punto final, sino el inicio de un diálogo crucial sobre el futuro del Árbol Laureano y el terreno que lo alberga. Dos corrientes de pensamiento, ambas con raíces en el amor por su colonia, han emergido con propuestas distintas. Por un lado, un grupo de vecinos, en un gesto de pragmatismo y diálogo, ha alcanzado un acuerdo con las empresas constructoras. Su visión: permitir la construcción de departamentos en el predio, bajo la condición innegociable de preservar la integridad del Árbol Laureano. Buscan, con este acuerdo, conciliar el desarrollo urbano con la protección del patrimonio natural, una tarea compleja que requiere sensibilidad y compromiso de todas las partes. Se han comprometido a supervisar de cerca el proyecto, asegurando que cada etapa de la construcción respete la vida del árbol y su entorno. Además, han propuesto la creación de un comité de vigilancia ciudadano que garantice la transparencia del proceso y el cumplimiento de los acuerdos.
Por otro lado, una segunda voz se alza en la colonia. Un colectivo, convencido de que la protección del Árbol Laureano y su entorno requiere medidas más radicales, aboga por la expropiación del predio. Su sueño: convertir este espacio en un pulmón verde para la comunidad, ya sea un parque donde las familias puedan disfrutar del aire libre o un huerto urbano que promueva la sustentabilidad y la convivencia vecinal. Argumentan que el valor ecológico y cultural del Árbol Laureano trasciende cualquier interés económico y que su preservación integral es una responsabilidad ineludible para las autoridades. Para este colectivo, la creación de un espacio público en torno al árbol no solo protegería el patrimonio natural, sino que también fortalecería el tejido social de la colonia, ofreciendo un lugar de encuentro y recreación para todos.
La declaración del Árbol Laureano como Patrimonio Natural es, sin duda, una victoria para la comunidad de Tlacoquemecatl. No obstante, el camino por recorrer aún es largo. El reto ahora reside en encontrar una solución que atienda las legítimas preocupaciones de ambos grupos y que garantice la protección a largo plazo de este símbolo de la historia y la identidad de la colonia. La participación ciudadana, el diálogo abierto y la transparencia serán claves para lograr un consenso que beneficie a todos y que convierta esta historia en un ejemplo de cómo la comunidad y el desarrollo pueden coexistir en armonía. El futuro del Árbol Laureano está en manos de todos, y la decisión que se tome sentará un precedente para la preservación del patrimonio natural en la ciudad. Mientras tanto, el majestuoso Laureano, testigo silencioso de las discusiones y los anhelos de sus vecinos, continúa extendiendo sus ramas hacia el cielo, recordándonos la importancia de proteger la naturaleza en el corazón de la urbe.
Fuente: El Heraldo de México