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5 de agosto de 2025 a las 01:40
Rugiendo en Detroit
La temporada pasada dejó un sabor agridulce en Detroit. Un dominante 15-2 los coronó reyes del Norte de la NFC por segundo año consecutivo, pero el sueño del Vince Lombardi se esfumó ante unos inesperados Washington Commanders. Este año, la sed de victoria es palpable, y cualquier resultado que no sea el campeonato, según las palabras del propio Amon-Ra St. Brown, se considerará un fracaso rotundo. El camino, sin embargo, estará plagado de desafíos.
La salida de Ben Johnson a los Chicago Bears deja un vacío considerable en la ofensiva. Johnson, artífice de una de las ofensivas más explosivas de la liga –con 60 touchdowns la temporada pasada–, ahora tendrá la responsabilidad de dirigir a los Bears como entrenador en jefe. John Morton, proveniente de los Denver Broncos, toma las riendas de la ofensiva, con la inmensa tarea de mantener la potencia de fuego de los Lions. Y como si un cambio no fuera suficiente, la defensiva también enfrenta una reestructuración. Aaron Glenn, quien llevó a la defensa de Detroit a ser una de las más sólidas contra la carrera y en terceras oportunidades, parte hacia los New York Jets, el equipo donde comenzó su carrera como jugador. Kelvin Sheppard asume el liderazgo defensivo, con la presión de mantener el alto nivel impuesto por su predecesor.
A pesar de las turbulencias en el cuerpo técnico, el regreso de Aidan Hutchinson inyecta una dosis de optimismo. Tras una lesión de rodilla que truncó su espectacular inicio de temporada –7.5 capturas en cinco juegos–, Hutchinson vuelve con hambre de gloria y se perfila como un serio contendiente al premio al mejor jugador defensivo. Su presencia será crucial para el éxito del equipo. Sin embargo, no todo son buenas noticias en la defensiva. Terrion Arnold, el esquinero de segundo año, deberá trabajar arduamente para corregir su tendencia a las interferencias de pase, un punto débil que le costó caro al equipo la temporada pasada. La paciencia será clave con Arnold, una primera selección del draft con un potencial aún por explotar.
En la ofensiva, el retiro de Frank Ragnow, uno de los mejores centros de la liga, deja un hueco difícil de llenar. El novato Tate Ratledge tiene la ardua tarea de sustituir a Ragnow, un desafío que pondrá a prueba su talento desde el primer día. Afortunadamente, la ofensiva cuenta con la experiencia y la precisión de Jared Goff, quien por tercer año consecutivo superó las 4,000 yardas aéreas, silenciando a quienes dudaban de su capacidad para reemplazar a Matthew Stafford. La química de Goff con sus receptores, especialmente con Amon-Ra St. Brown, uno de los más seguros y talentosos de la liga, es una de las claves del éxito ofensivo. La dupla St. Brown - Jameson Williams, junto con la aportación del ala cerrada Sam LaPorta, conforma un arsenal aéreo de lujo. Y por tierra, la combinación de potencia y versatilidad de Jahmyr Gibbs y David Montgomery promete un juego terrestre dominante.
A pesar de los cambios y los retos, los Detroit Lions, bajo la dirección de Dan Campbell, el arquitecto de la resurrección de la franquicia, se mantienen como firmes candidatos al título. La combinación de talento individual, la experiencia de Goff y la dirección de Campbell hacen de los Lions un equipo a tener en cuenta. Si logran superar los obstáculos y mantener la consistencia, este podría ser el año en que finalmente levanten el trofeo Vince Lombardi. El pronóstico: un récord de 12-5. La temporada promete ser emocionante, y los Lions están listos para rugir.
Fuente: El Heraldo de México