
4 de agosto de 2025 a las 22:30
Ovni en Pico de Orizaba: ¿Realidad o Mito?
La majestuosidad del Citlaltépetl, eternamente vigilante entre Veracruz y Puebla, fue testigo este fin de semana de un avistamiento que ha encendido la imaginación de propios y extraños. Un objeto, de forma alargada y coronado por una esfera metálica, surcó los cielos cercanos al cráter del volcán, provocando una oleada de especulaciones en redes sociales. Un video, capturado desde un automóvil en movimiento, muestra la singular escena. La voz del conductor, mezcla de asombro e incertidumbre, acompaña las imágenes: "El Pico de Orizaba… una esfera". Su acompañante, inicialmente ajena al fenómeno, pronto se une a la fascinación, instándole a seguir la trayectoria del enigmático objeto. "¿Qué onda?", se pregunta el hombre, mientras la esfera parece jugar al escondite entre las nubes que abrazan la cima del volcán.
La grabación, rápidamente viralizada en plataformas como X (antes Twitter), desató un torrente de teorías. Muchos internautas, apelando a la omnipresente inteligencia artificial, sugirieron que se trataba de una creación digital, una ilusión óptica fabricada en el ciberespacio. Otros, con la mirada puesta en las estrellas, vieron en el objeto la confirmación de la existencia de vida extraterrestre, un FANI (Fenómeno Aéreo No Identificado) o UAP, en su denominación anglosajona. Incluso, hubo quien evocó la icónica imagen de la película "El día que la Tierra se detuvo", encontrando similitudes inquietantes entre la ficción y la realidad.
El misterio, sin embargo, no tardó en resolverse. La comunidad digital, con su inagotable capacidad de investigación, identificó la estructura voladora como el Gran Telescopio Milimétrico Alfonso Serrano. Este coloso de la ciencia, ubicado en la cima del volcán Sierra Negra, en territorio poblano, se dedica a la observación del cosmos, escudriñando los secretos del universo en longitudes de onda milimétricas. Un proyecto binacional, fruto de la colaboración entre México y Estados Unidos, que representa la vanguardia de la investigación astronómica en nuestro país.
Aunque el enigma del OVNI se disipó, la anécdota deja una huella imborrable. Nos recuerda la fascinación que despierta lo desconocido, la capacidad humana para maravillarse ante lo inexplicable. Y también, cómo la tecnología, en este caso la del Gran Telescopio Milimétrico, puede parecernos tan ajena, tan "de otro mundo", que por un instante, nos hace creer en la posibilidad de visitantes extraterrestres. Un recordatorio, en definitiva, de que la realidad, a veces, puede ser tan asombrosa como la ficción. Y que la ciencia, en su búsqueda incansable del conocimiento, nos regala constantemente nuevos motivos para la admiración y el descubrimiento. El Citlaltépetl, mudo testigo de la historia, guarda ahora en su memoria este curioso episodio, un encuentro entre la ciencia y la imaginación, entre la realidad terrenal y los misterios del cosmos.
Fuente: El Heraldo de México