
Inicio > Noticias > Medio Ambiente
4 de agosto de 2025 a las 12:25
Nallely Zúñiga revoluciona el reciclaje
La creciente montaña de residuos electrónicos, que alcanza la asombrosa cifra de seis millones de toneladas anuales en Estados Unidos, se ha convertido en un desafío apremiante. En este contexto, la innovadora propuesta de Pink Recycling, con su modelo Eco3Go, emerge como un faro de esperanza. Imaginen un centro de reciclaje itinerante, recorriendo las calles, recolectando no solo desechos electrónicos, sino también sembrando la semilla del conocimiento ambiental en cada comunidad que visita. Este proyecto, liderado por la tenaz abogada mexicana Nallely Zúñiga Hernández, trasciende la simple recolección de basura; es una declaración de intenciones, un compromiso con un futuro más sostenible.
Nallely, con una destacada trayectoria como asesora legislativa en México, decidió cruzar fronteras y construir un sueño en Estados Unidos: Pink Recycling. Esta empresa, con el calor y la fuerza de un negocio familiar, está revolucionando la industria del reciclaje. No se trata solo de números, aunque las cifras hablan por sí solas: más de 300 toneladas de residuos reciclados desde su fundación, y un impresionante registro de 74 toneladas solo en 2024. Se trata de un cambio de paradigma, de una visión que coloca la sostenibilidad en el centro de la operación.
Pink Recycling California se enorgullece de ser pionera: la primera empresa de reciclaje de metales y equipos electrónicos liderada por una mujer hispana, con un profundo enfoque social e inclusivo. Su labor va más allá de la recolección de plásticos, vidrio y latas; se extiende a la emisión de certificados de destrucción y destino de aparatos electrónicos, garantizando transparencia y trazabilidad en un sector donde estas prácticas, lamentablemente, aún no son la norma.
Pero la verdadera joya de la corona de Pink Recycling es su compromiso con la reinserción laboral. Ofrecer "empleos verdes" a personas en situación de vulnerabilidad y desempleo prolongado no solo transforma vidas, sino que también construye una comunidad más justa y equitativa. Es una apuesta por el futuro, donde la sostenibilidad ambiental y la justicia social van de la mano.
El impacto de Pink Recycling ha resonado en las altas esferas del gobierno de California, que ha reconocido su labor con importantes subvenciones. Estos recursos permiten a la empresa impulsar programas de impacto comunitario, educativos y de voluntariado ambiental, dirigidos a jóvenes, mujeres y adultos mayores. Es un círculo virtuoso, donde la innovación y el compromiso social se retroalimentan, generando un impacto positivo en la comunidad y en el medio ambiente.
La historia de Nallely Zúñiga Hernández y Pink Recycling es un ejemplo inspirador de cómo la visión, la perseverancia y el compromiso con la sostenibilidad pueden transformar una industria y, al mismo tiempo, empoderar a las comunidades. Es una historia que nos recuerda que cada uno de nosotros puede ser agente de cambio, contribuyendo a un futuro donde la tecnología y la naturaleza convivan en armonía. El camino hacia un planeta más limpio y justo es un camino que se construye con acciones concretas, como las que Pink Recycling impulsa día a día, con la fuerza de una familia y la visión de una líder excepcional.
Fuente: El Heraldo de México