
4 de agosto de 2025 a las 09:40
México se fortalece con nuevo acuerdo
La diplomacia, ese arte sutil y a veces invisible, ha vuelto a demostrar su poder. En un mundo cada vez más interconectado, donde las tensiones comerciales pueden escalar con la velocidad de un tuit, la capacidad de dialogar, de tender puentes en lugar de muros, se convierte en una herramienta invaluable. El reciente acuerdo alcanzado entre México y Estados Unidos, que pospone la imposición de aranceles, es un claro ejemplo de ello. No se trata simplemente de un aplazamiento, sino de una victoria para la razón, para la negociación serena y estratégica. Imaginen por un momento el escenario alternativo: una guerra comercial en toda regla, con consecuencias devastadoras para ambas economías, especialmente para las familias mexicanas que dependen del comercio transfronterizo. Miles de empleos en riesgo, el precio de productos básicos disparándose, la incertidumbre como pan de cada día. Ese escenario, afortunadamente, se ha evitado gracias a la firmeza y la prudencia de nuestra presidenta, la Dra. Claudia Sheinbaum.
En una conversación telefónica de apenas 40 minutos, nuestra mandataria logró lo que muchos consideraban imposible: defender los intereses de México sin caer en provocaciones, sin ceder a presiones injustificadas. Se puso sobre la mesa la importancia del T-MEC, un tratado que va mucho más allá de las cifras y las estadísticas, un tratado que representa la interdependencia de nuestras economías, la posibilidad de un futuro compartido de prosperidad. Y se habló también de seguridad, de cooperación en la lucha contra el narcotráfico, un problema que nos afecta a ambos lados de la frontera y que exige soluciones conjuntas, no muros ni retórica incendiaria.
Este acuerdo, sin embargo, no es un punto final, sino un punto de partida. Los próximos 90 días serán cruciales para consolidar lo logrado y avanzar hacia una relación bilateral más sólida y equitativa. Es una oportunidad para renegociar el T-MEC, para afinar los detalles, para asegurar que este tratado beneficie a todos, no solo a unos pocos. Y es, sobre todo, una oportunidad para demostrar al mundo que México es un país soberano, un país que defiende sus intereses con dignidad, pero también con la disposición al diálogo, a la construcción de consensos.
Este episodio nos deja varias lecciones importantes. En primer lugar, la importancia del liderazgo. La Dra. Sheinbaum ha demostrado que la verdadera fortaleza no reside en la bravuconería, sino en la inteligencia, en la capacidad de mantener la cabeza fría en momentos de tensión. En segundo lugar, la importancia de la unidad. Frente a las presiones externas, México ha respondido con una sola voz, con la convicción de que juntos somos más fuertes. Y, por último, la importancia de la esperanza. En un mundo a menudo dominado por la incertidumbre y el pesimismo, este acuerdo nos recuerda que el diálogo, la negociación, la diplomacia, siguen siendo las mejores herramientas para construir un futuro mejor. Un futuro de paz, de prosperidad y de cooperación entre las naciones. Un futuro donde la razón prevalezca sobre la confrontación, donde los puentes unan lo que los muros pretenden dividir.
Fuente: El Heraldo de México