La tranquilidad vuelve a las calles de Mazatlán. Así lo confirman las últimas encuestas del INEGI sobre percepción de inseguridad, que muestran una notable mejora en la sensación de seguridad de los mazatlecos. Una bocanada de aire fresco para una ciudad que, como muchas otras, ha luchado contra la sombra de la delincuencia. Este cambio positivo no es fruto de la casualidad, sino de un trabajo constante y coordinado entre el gobierno federal, estatal y municipal, como lo ha destacado la Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo.

La estrategia de seguridad implementada en Mazatlán se basa en la escucha activa y la colaboración. Cada quince días, el Gabinete de Seguridad se reúne con el gobernador Rubén Rocha Moya, el secretario de Seguridad y representantes de diversos sectores de la sociedad sinaloense. Desde los grandes empresarios hasta los pequeños comerciantes, pasando por las familias, todos tienen voz en esta mesa de diálogo que busca soluciones integrales a la problemática de la inseguridad. Este enfoque participativo permite no solo atender las necesidades específicas de cada sector, sino también generar un sentido de corresponsabilidad en la construcción de la paz.

El fortalecimiento de los cuerpos policiales, tanto estatales como municipales, es un pilar fundamental de esta estrategia. Se trabaja en la capacitación, el equipamiento y la profesionalización de los agentes, para que puedan desempeñar su labor con eficiencia y respeto a los derechos humanos. A esto se suma la presencia estratégica de la Guardia Nacional y la Marina, que brindan apoyo en las tareas de vigilancia y prevención del delito. Esta combinación de fuerzas locales y federales busca crear un escudo protector para los ciudadanos y disuadir a la delincuencia.

Más allá de las cifras y las estadísticas, la verdadera medida del éxito de estas acciones es el impacto en la vida cotidiana de las personas. Ver a las familias pasear por las calles con tranquilidad, a los negocios prosperar sin el temor de la extorsión, a los turistas disfrutar de las bellezas de Mazatlán sin preocupaciones, ese es el objetivo final. Y los resultados ya se empiezan a notar.

El sector turístico, uno de los motores económicos de Mazatlán, está experimentando un renacimiento. La ocupación hotelera crece a pasos agigantados, mientras que la llegada de cruceros, un indicador clave de la confianza internacional, se mantiene constante. Esto demuestra que la seguridad es un factor determinante para la inversión y el desarrollo económico. Un Mazatlán seguro es un Mazatlán atractivo para el turismo, lo que genera empleos y bienestar para toda la comunidad.

La Presidenta Sheinbaum Pardo ha reiterado su compromiso de apoyar al pueblo de Sinaloa en todos los sentidos, y la seguridad es una prioridad ineludible. La presencia constante del Gabinete de Seguridad en la región, escuchando las inquietudes de la población y adaptando las estrategias a las necesidades cambiantes del territorio, es una muestra palpable de este compromiso. El trabajo conjunto y la perseverancia son las claves para consolidar los avances logrados y construir un futuro de paz y prosperidad para Mazatlán y todo Sinaloa. La recuperación económica, impulsada por el turismo y la confianza de los inversionistas, es un signo alentador de que se va por buen camino. El desafío ahora es mantener el rumbo y seguir trabajando para que la tranquilidad se convierta en una constante en la vida de los sinaloenses.