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4 de agosto de 2025 a las 03:05

El secreto del chef: Papas fritas perfectas

¡Olvídate de las papas fritas blandas y sin gracia! ¿Cuántas veces has intentado replicar en casa esas papas fritas doradas y crujientes que te sirven en tu restaurante favorito, solo para terminar con un plato de papas pálidas y flácidas? La frustración es real, lo sabemos. Pero tenemos la solución, un secreto directamente de la cocina de un chef experto que transformará tus papas fritas para siempre.

El secreto reside en un ingrediente común que probablemente ya tengas en tu despensa: ¡bicarbonato de sodio! Sí, así como lo lees. Este humilde ingrediente es la clave para alcanzar la textura crujiente perfecta. La ciencia detrás de este truco es fascinante: la alcalinidad del bicarbonato de sodio modifica el pH del agua donde precocinamos las papas. Este cambio químico acelera la descomposición del exterior de las papas, liberando almidón que crea una superficie rugosa y almidonada. Esta textura es la base ideal para lograr esa irresistible crocancia que tanto buscamos, ya sea que las friamos o las horneamos.

El procedimiento es sencillo, pero requiere atención a los detalles. Primero, corta las papas en rodajas finas, de entre 1 y 1.5 milímetros de grosor. Un corte uniforme es crucial para una cocción pareja. Luego, sumérgelas en agua con una pizca de bicarbonato de sodio. La cantidad exacta dependerá de la cantidad de papas, pero una buena regla general es una cucharadita por cada litro de agua. Deja las papas en remojo durante unos 15-20 minutos. Este paso es fundamental para que el bicarbonato de sodio haga su magia.

Una vez remojadas, seca las papas con mucho cuidado. La humedad es enemiga de la crocancia, así que asegúrate de eliminar cualquier exceso de agua con un paño limpio o papel absorbente. Ahora viene la parte divertida: ¡la fritura! No cometas el error común de abarrotar la sartén. Fríe las papas en tandas pequeñas para asegurar una temperatura de aceite constante y una cocción uniforme. Recuerda: dos frituras son la clave. La primera, a fuego medio, cocina el interior de la papa dejándola tierna y esponjosa. Retira las papas y colócalas sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite. La segunda fritura, a fuego alto y por un periodo corto, es la que les dará ese dorado perfecto y la crocancia irresistible.

Este método de doble fritura, combinado con el truco del bicarbonato de sodio, logra un equilibrio sublime: un exterior dorado y crujiente que encierra un interior suave y esponjoso. Imagina la satisfacción de morder una papa frita que cruje con cada bocado, liberando una explosión de sabor. Ya no tienes que envidiar las papas fritas de los restaurantes, ¡ahora puedes disfrutarlas en la comodidad de tu hogar!

Experimentar con diferentes tipos de papas también puede añadir otra dimensión a tus creaciones culinarias. Desde las clásicas papas blancas hasta las más sofisticadas papas rojas o amarillas, cada variedad ofrece una textura y sabor únicos. Anímate a probar y descubrir cuál se adapta mejor a tus preferencias. Además, puedes complementar tus papas fritas con una variedad de salsas caseras, desde un clásico ketchup hasta una mayonesa con un toque de ajo o una salsa brava picante. Las posibilidades son infinitas. Así que, la próxima vez que tengas antojo de unas papas fritas perfectas, recuerda el secreto del bicarbonato de sodio y ¡prepárate para disfrutar de una experiencia culinaria inigualable!

Fuente: El Heraldo de México