
5 de agosto de 2025 a las 02:20
Ciclista campeón, víctima de robo a mano armada
La indignación recorre las venas de la comunidad ciclista mexicana. El renombrado atleta Claudio Cerón Moedano, figura destacada del downhill nacional, ha sido víctima de un violento asalto a mano armada en el Parque Nacional El Chico, Hidalgo. El eco de este incidente resuena con fuerza, no solo por la pérdida material, sino por la vulnerabilidad que expone en un lugar teóricamente seguro y destinado al disfrute de la naturaleza.
Imaginen la escena: un soleado día de agosto, el aire fresco de la montaña acariciando el rostro, la adrenalina fluyendo mientras Cerón Moedano, acompañado de Carlos y Chava, descendía por el sendero El Balam. De pronto, la tranquilidad se rompe abruptamente. Tres figuras emergen del paisaje, no para compartir la pasión por el ciclismo, sino para sembrar el terror. Armas en mano, despojan a los deportistas de sus preciadas bicicletas, herramientas de competición, compañeras de aventuras, extensiones de sus propias identidades. Más de 300 mil pesos en equipo de alta gama, evaporados en segundos. Pero el valor real de lo robado trasciende lo económico. Hablamos de la Santa Cruz Megatower CC, la Specialized Enduro S-Works, la Salsa Cassidy: máquinas cuidadosamente elegidas, afinadas, compañeras de incontables kilómetros de entrenamiento y triunfos.
La rabia y la impotencia se reflejan en el rostro de Cerón Moedano en el video que él mismo difundió. Su voz, usualmente vibrante al narrar sus hazañas deportivas, se quiebra al relatar el asalto. No es solo la pérdida material, es la violación de un espacio que debería ser santuario, la traición a la confianza depositada en las autoridades. “Se supone que esta es una zona protegida”, exclama con justa indignación. Y la pregunta queda flotando en el aire: ¿dónde está la protección? ¿Cómo es posible que un parque nacional, con sus cuotas de acceso y su supuesta vigilancia, se convierta en escenario de un robo a mano armada?
El caso de Cerón Moedano no es aislado. Su denuncia ha abierto la caja de Pandora, destapando una serie de incidentes similares que han ocurrido en El Chico. Ciclistas que han sufrido robos, asaltos, agresiones. Un patrón que exige una respuesta contundente. La respuesta de la Secretaría de Seguridad Pública de Hidalgo, aunque intenta mostrar diligencia, deja un sabor amargo. Se habla de protocolos, de traslados a la Dirección de Seguridad Pública Municipal, de asesoramiento para la denuncia. Pero la realidad es que las bicicletas siguen desaparecidas, los delincuentes siguen libres, y la sensación de inseguridad persiste.
El argumento de que la Peña del Cuervo, zona donde ocurrió el asalto, cuenta con seguridad privada y restringe el acceso a la policía estatal y municipal, genera más preguntas que respuestas. ¿Es acaso una zona sin ley? ¿Quién supervisa la actuación de esa seguridad privada? ¿Están capacitados para responder a situaciones de esta magnitud?
La comunidad ciclista, unida en solidaridad con Cerón Moedano, exige justicia y acciones concretas. No basta con operativos de búsqueda esporádicos. Se necesita una estrategia integral de seguridad que garantice la tranquilidad de quienes visitan el Parque Nacional El Chico. Se necesita una investigación exhaustiva que dé con los responsables del asalto y recupere las bicicletas robadas. Se necesita, sobre todo, un compromiso real de las autoridades para proteger a los ciudadanos y preservar la belleza natural de este espacio, sin que esté empañada por el miedo y la violencia.
Fuente: El Heraldo de México