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4 de agosto de 2025 a las 10:30

¡Chivas a la caza del milagro!

¡Un triunfo agónico y electrizante! Chivas resurge de las cenizas y conquista Charlotte en una batalla que se definió desde los once pasos. Tras un partido lleno de emociones, volteretas y un final de infarto, el Rebaño Sagrado demostró su garra y se lleva a casa dos puntos vitales en la Leagues Cup. ¿Fue suerte? ¿Fue justicia? Lo que es innegable es la pasión que desbordó este encuentro, dejando a la afición rojiblanca con el corazón en la mano y la esperanza renovada.

El inicio del partido pintaba para otra noche de frustración. Un autogol tempranero de Gilberto Sepúlveda, tras un veloz contragolpe orquestado por Liel Abada, parecía confirmar los fantasmas del debut. La sombra de la derrota ante el Cincinnati FC se cernía sobre el equipo, pero el espíritu de lucha característico de Chivas no tardó en manifestarse. Con la presión a tope y una sed insaciable de triunfo, el Rebaño comenzó a tejer su camino hacia la remontada.

Efraín Álvarez y Bryan González, dos jóvenes talentos que brillaron con luz propia, lideraron la ofensiva rojiblanca. Sus desbordes, sus gambetas y su precisión en los pases pusieron en jaque a la defensa de Charlotte FC. Y fue precisamente esta dupla dinámica la que gestó la igualada. Un pase milimétrico de David Aguirre a Richard Ledezma, quien con un zurdazo magistral la incrustó en el ángulo, desató la euforia en las gradas y devolvió la vida al Rebaño.

El segundo tiempo fue un auténtico toma y daca. Chivas salió con la convicción de llevarse la victoria, y estuvo a punto de conseguirlo con un potente disparo de Efraín Álvarez que se estrelló en el poste. La insistencia rojiblanca finalmente rindió frutos al minuto 65, cuando Bryan González, con un certero cabezazo tras un preciso centro de Alan Mozo, puso al Rebaño arriba en el marcador. La victoria parecía asegurada, la afición celebraba, pero el fútbol es impredecible.

En el último suspiro del partido, cuando la victoria parecía cocinada, Kerwin Vargas silenció el estadio con un gol agónico que mandó el partido a la tanda de penales. La tensión se podía cortar con un cuchillo. La ruleta rusa de los penales, un escenario donde la suerte y los nervios de acero son los protagonistas, definiría el destino de ambos equipos.

Y en esa instancia decisiva, apareció la figura imponente de Raúl Rangel. El arquero rojiblanco, con una actuación memorable, atajó el penalti decisivo y desató la locura en el bando rojiblanco. El punto extra se quedó en casa, y la victoria, sudada y sufrida, tuvo un sabor aún más dulce.

Chivas demostró que nunca se rinde. Que a pesar de las adversidades, siempre hay una luz al final del túnel. Este triunfo inyecta una dosis de optimismo al equipo de cara al próximo desafío. ¿Podrán lograr el milagro ante Cincinnati FC? El jueves tendremos la respuesta. Lo que es seguro es que Chivas luchará hasta el último minuto, con la misma pasión y entrega que demostró en Charlotte. ¡Vamos Rebaño!

Fuente: El Heraldo de México