
4 de agosto de 2025 a las 05:15
Alerta: Reto viral de 48 horas pone en peligro a jóvenes
La angustia se palpa en el aire. Un mensaje en TikTok, un comentario fugaz en Instagram, y la semilla del miedo germina en el corazón de miles de padres. El "reto de las 48 horas" no es un juego, es una bomba de tiempo emocional que está detonando hogares, saturando líneas de emergencia y desviando recursos cruciales de quienes realmente los necesitan. Imaginen la escena: una mesa familiar, el silencio roto por el timbre del teléfono. Al otro lado, la voz entrecortada de un amigo, un familiar: "¿Has visto a [nombre del hijo/a]? Lleva dos días sin dar señales de vida." El mundo se detiene. Comienza la frenética búsqueda, las llamadas desesperadas, la publicación en redes sociales con la foto de una sonrisa que ahora se tiñe de preocupación. Mientras tanto, el adolescente, escondido quizás en casa de un amigo, ajeno al torbellino de angustia que ha desatado, cree estar demostrando valentía, independencia, rebeldía. ¿Pero a qué costo?
Este "reto" viral, disfrazado de travesura adolescente, es una irresponsabilidad mayúscula que banaliza el drama de las desapariciones reales. En un país donde la cifra de personas desaparecidas, muchos de ellos menores, es alarmantemente alta, jugar a desaparecer es como gritar "fuego" en un teatro abarrotado. No solo genera pánico innecesario, sino que desvía la atención y los recursos de las autoridades, dificultando la búsqueda de aquellos que realmente están en peligro. Imaginen a los investigadores, obligados a dedicar tiempo y esfuerzo a rastrear a un joven que voluntariamente ha decidido desaparecer, mientras otra familia espera con el corazón en un puño noticias de su ser querido.
La Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México no se equivoca al calificar este reto como un fenómeno peligroso. No se trata solo de una "broma pesada". Se trata de la trivialización del sufrimiento, de la irresponsabilidad frente al dolor ajeno y, en última instancia, de la puesta en peligro de los propios adolescentes. ¿Quién garantiza que durante esas 48 horas de supuesta "independencia" no caerán en manos de personas malintencionadas? ¿Quién les protegerá de los peligros que acechan en las calles, de los accidentes imprevistos, de las situaciones que escapan a su control?
Padres, madres, tutores: la responsabilidad es compartida. Hablen con sus hijos, explíquenles la gravedad de este tipo de "retos". No se trata de coartar su libertad, sino de protegerles de los peligros reales, de enseñarles la importancia de la empatía, de la responsabilidad social. Supervisen su actividad en redes sociales, establezcan límites, fomenten el diálogo. La comunicación es la mejor herramienta para prevenir este tipo de conductas. Y si, a pesar de todo, un hijo o hija desaparece, no esperen ni un minuto. Denuncien de inmediato. El tiempo es oro, y cada segundo cuenta en la búsqueda de una persona desaparecida. No permitamos que un juego virtual se convierta en una tragedia real. El reto no es desaparecer, el reto es cuidarnos, protegernos y construir una sociedad más responsable y solidaria.
La línea de ayuda (55) 5242 6489 y las redes sociales de la Fiscalía (@FiscaliaCDMX y @PDI_FGJCDMX) son herramientas valiosas. Utilícenlas. Informarse, comunicarse, prevenir, esas son las claves para proteger a nuestros jóvenes y evitar que caigan en las trampas de "retos" que ponen en riesgo su vida y desestabilizan la paz de nuestras familias. No nos quedemos callados. El silencio es cómplice.
Fuente: El Heraldo de México